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El peso del flete para el campo bajó, pero sigue siendo elevado

Para un productor de Río Cuarto representa el 26% de la carga, cuando el año pasado alcanzó el 40%. En Estados Unidos insume el 7%. La concentración en camiones y la falta de caminos son claves
El impacto del flete en el transporte agropecuario argentino sigue teniendo una incidencia determinante y presiona las ecuaciones de las zonas productivas más alejadas de los puertos. Sin embargo, en el caso del maíz, si se lo compara con el vigente hace un año atrás, el resultado es algo mejor.

De acuerdo al último trabajo realizado por la Fundación Fada, para el caso de Río Cuarto, que tiene una distancia de 400 kilómetros a Rosario, un flete se lleva más de un cuarto de la producción. Por cada 100 camiones de maíz que se despachan al puerto, 26 se destinan a pagar el costo del transporte.

Esa misma ecuación, hasta el año pasado obligaba a destinar el 40% a pagar el flete. El cambio está directamente relacionado a la quita de retenciones aplicada para el maíz a fines de 2015 y la suba del precio interno del cereal. A mayor valor de la carga, el costo se diluyó. Sin embargo, la presión del flete sigue siendo muy elevado en términos internacionales.

El mismo informe de Fada demuestra que el promedio del transporte agropecuario nacional cuesta el doble que en Estados Unidos. Mientras aquí se lleva el 14,5%, en el país del norte insume el 7%.

De esta forma, el campo gasta $48.500 millones anuales en trasladar granos en camión, lo que equivale al 14,5% del valor de los granos transportados. Si a eso se agrega el transporte de carnes, asciende a $52.700 millones. De este total, $6.200 millones de pesos es el costo sólo del combustible.

En el fondo hay un desequilibrio en el reparto de los medios de transporte. Claramente en las últimas décadas perdió peso el tren a manos del camión y eso impulsó el alza general de los costos. Mientras sobre las vías se lleva el 13% de los granos, en las rutas se carga el 85%. El uso de la hidrovía es absolutamente marginal y sólo representa el 2%. Esta última, además, es la opción más económica. Es decir que el uso de los medios está invertido con su costo: en Argentina se usa mucho más el más caro y casi nada el más económico.

El informe de Fada detalla que se transportan en camión, contando idas y vueltas, 138 millones de toneladas de la producción anual de granos. Cada camión lleva 28 toneladas, lo que suman 4.900.000 viajes para llevar granos de un lugar a otro.

“Si tomamos estos viajes de granos en camiones: 20 mil vueltas a la tierra equivale cada año transportar los granos en Argentina. Este dato se deriva de cálculos surgidos del Plan Federal de Transporte, elaborado por el Ministerio del Interior y Transporte en 2015, el cual constata que la distancia media recorrida por los fletes de granos es de 166 kilómetros, al multiplicarlos por los 4.900.000 viajes, los camiones recorren 813 millones de kilómetros, lo que equivale a que demos 20.000 vueltas a la tierra por el Ecuador transportando la producción agrícola”, grafica la Fundación.

Allí Fada remarca el caso Río Cuarto. “Cada 100 camiones de maíz, 26 se gastan en fletes, mientras que en el caso de la soja, se gastan 16 camiones de cada 100”, explica. Y concluye: “Si nos trasladamos a una ciudad del norte del país, esta situación empeora debido a una mayor distancia a los puertos o puntos de industrialización”.

Raíces del problema

Infraestructura
Rutas y caminos rurales en mal estado se suman a pocos kilómetros de autopistas (2.800 km). Faltan trenes (13% de las cargas).
Bajo desarrollo del transporte fluvial (2% de las cargas).

Impuestos
Alto componente impositivo en combustibles (42% en gasoil) y alta presión tributaria sobre los transportistas

Inflación
Impactó sobre los costos de operación del sector, como los salarios, seguros y mantenimiento.

Precios
Los vehículos pesados, los neumáticos y los repuestos son caros en términos internacionales

Antigüedad de los vehículos.                                                                                 En promedio, los camiones tienen 11,9 años de antigüedad. Algunos llegan hasta los 30 años.

Gonzalo Dal Bianco – PUNTAL