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Del riesgo de extinción al boom de siembra: por qué creció el girasol

El girasol era, luego de la soja, el cultivo que más retenciones tenía: un 32% al grano. Mientras en soja queda una alícuota del 30%, el Gobierno actual eliminó los derechos de exportación al girasol y su superficie sembrada explotó.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Bueno Aires, creció 39,3%, a 1,7 millones de hectáreas. En este contexto, productores contaron en un informe de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir) por qué apostaron por su siembra. El girasol, con el anterior Gobierno, corría el riesgo de convertirse en una rareza botánica.
Darío Rodríguez es productor en Quiroga, partido de 9 de Julio, provincia de Buenos Aires. Hacía siete años que no sembraba girasol. Este año volvió a apostar por el cultivo. “Como el clima venía seco y son campos de alto riesgo de inundación, decidí sembrar girasol para salir antes de marzo que comienzan los problemas hídricos para la cosecha”, explicó y detalló: “Sembré después de una seca importante arriesgando que no naciera. A los dos días llovieron 4 milímetros y emergió por completo. Quince días después, cuando tiraba las primeras hojas, llovieron 190 milímetros y se perdió un 20% de la superficie. Pero después de ese incidente las lluvias empezaron a acompañar al cultivo, manteniendo una buena humedad en el perfil”.
Según Rodríguez, en su zona también se sembró más. “En 9 de Julio, el año pasado no se sembró girasol ni en la maceta. Esta campaña creció bastante. Los productores de la zona se volcaron al cultivo por el precio y la salida temprana (para cosecha). Ahora hay que ver cómo quedan los números esta campaña. Eso es lo que manda”, indicó.
Hernán Ramos, de Pehuajó, sembró 210 hectáreas de girasol. El año pasado cosechó 2900 kilos por hectárea de girasol alto oleico y cree que esta campaña superará ampliamente los 3000 kilos. En su opinión, el precio justificó la vuelta del cultivo. A esto se sumó la perspectiva de año seco en la región.
Pablo Ranzatto es productor en Cambaceres, partido de 9 de Julio. Por lo general entre el 15 y el 20% de su superficie la destina a girasol. Dice que lo sembrado “se ve lindo” y podría tener un buen rinde. “El año pasado hubo rindes de 1800 a 2500 kilos, el anterior de 3500 kilos. Pero lo esperable es lograr entre 2500 y 3000 kilos en la zona”, describió.
“En las últimas campañas el girasol en esta zona se había convertido en una rareza botánica. El cambio se debió un poco a la eliminación de las retenciones y al buen precio, dos factores que impactan en el bolsillo del productor”, remarcó.

LA NACION Campo