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Advierten sobre lluvias intensas

El productor deberá tener en cuenta que en la próxima campaña habrá lluvias intensas, algunos pulsos de calor y menos probabilidades de heladas, mientras que, sin ser un año Niña, el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial tendrá impacto, informó ayer la Bolsa de Comercio de Rosario.

“No será un año Niña, pero el enfriamiento, físicamente, tendrá implicancias en Argentina”, indicó el experto José Luis Aiello, director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la entidad.

Así, el enfriamiento del Pacífico Ecuatorial tendrá efectos en los meses claves de los cultivos de verano para la Argentina.

“Es un año muy complicado para los meteorólogos cuando tenemos eventos neutrales o Niñas o Niños muy débiles, ya que, sumado a la inestabilidad que genera el cambio climático, perdemos calidad en la previsión”, indicó Aiello.

Con suelos colapsados por los recientes efectos de las lluvias de un invierno que no dio tregua a gran parte de la región Pampeana y en especial a la provincia de Buenos Aires, y paradójicamente en zonas del oeste del país, las lluvias no aparecen.

Aiello fue muy claro en su recomendación para planear la campaña gruesa 2017-2018 que ya empieza, al señalar que habrá “lluvias convectivas intensas”, es decir que precipitará en un corto período y en una región chica.

“Sugerimos tomar los patrones normales y hacer una planificación teniendo en cuenta los efectos regionales. Hay que pensar que si se instala una Niña débil o un enfriamiento, pueden incluirse algunos mecanismos de lluvia. Eso es todo lo que se puede decir en este momento”, manifestó.

También señaló que “este año vamos a tener, de la misma manera que tuvimos en los últimos años, anomalías que se traducen en lluvias convectivas, algunos pulsos de calor y seguramente menos probabilidad de heladas”.

“Esos van a ser los ingredientes con los cuales el productor tiene que pensar en cómo diseñar la próxima campaña. Para el diseño nosotros recomendamos usar los patrones normales de lluvias y de fechas de heladas, porque al no haber un forzante grande, en gran escala, no podemos inclinarnos hacia un pulso seco permanente, una sequía, o hacia un pulso húmedo permanente”, precisó Aiello.

No obstante, señaló que “a los ingredientes mencionados debemos sumarle la inestabilidad, que va a ser permanente” y que está relacionada “con el cambio climático”.

Gracias a la red de estaciones meteorológicas instaladas por la Bolsa de Comercio de Rosario, “hoy la región núcleo es la única que monitorea lo que pasa en la atmósfera y registra anomalías”.

“Si hay una lluvia intensa o una helada se mide en intensidad, en extensión de horas, y eso nos permite tener un seguimiento”, añadió.

Explicó que “la escala geológica de cambio climático se debe abordar midiendo muy bien lo que uno quiere medir, en este caso, la zona de 10 millones de hectáreas que es el corazón productivo de la región Pampeana”.

PUNTAL TRANQUERA ABIERTA