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Cristina gasta a cuenta del “yuyo” de 2013

El Gobierno cree que todo lo que tiene que hacer para mantener altas las probabilidades de seguir gastando y sostener el proyecto “Cristina eterna” es emitir dinero, apropiarse de las reservas y tercerizar el ajuste. Para eso, ya comenzó a pensar en gastar a cuenta de la próxima cosecha de soja, a la que la Presidenta llamó “yuyo” y que sólo se comenzará a sembrar dentro de dos meses. Es por ahora aventurado, pero ya hay empresarios que creen en las probabilidades de que tenga éxito y que las consecuencias pueden sean nefastas.
“Casi todos los que se pueden oponer a Cristina están esperando, mientras ella y los suyos hacen; Macri y Scioli piensan que no es momento, que la crisis acelerará el desgaste, pero las probabilidades de que el Gobierno tenga éxito son altas”, dice un empresario que habla mucho con consultores económicos y políticos.
Varios están alarmados por los niveles de intervención en la actividad privada dispuestos en los últimos días. “Lo de las últimas dos semanas es muy preocupante, los niveles de ataque a la propiedad privada son inauditos y no hay reacción de ningún tipo”, señalan. Creen que es imposible que las cámaras empresariales puedan hacer algo. El Gobierno ha logrado dividir a todos los críticos. Otros creen que en algunas asociaciones hay empresarios amigos de las autoridades a los que sospechan de delatores. O de difundir irresponsablemente las conversaciones privadas con la prensa. Tratan de excluirlos de las reuniones informales. Se “olvidan” de avisarles.

Números

Los cálculos electorales son alentadores para las autoridades. Para sostener el poder parlamentario, les dicen a los empresarios los consultores más serios, no necesitarían más que 35 o 38% de los votos en 2013. Un número muy probable. Con eso, temen algunos, podrán ir por la reforma constitucional. “Dicen que será sólo para poner la reelección; yo creo que habrá un embate brutal contra la propiedad privada”, dice uno de los más preocupados.
La táctica de gastar a cuenta no es nueva. En 1992, Roberto Alemann le dijo al entonces recaudador Carlos Tacchi que debería armarse un fondo anticíclico con los recursos, que crecían mucho. “Pensás así porque descendés de suizos”, dijo Tacchi. “En tu país si atrapan dos patos, se comen uno y guardan y alimentan al otro para cuando haya necesidad. Acá, si ven dos patos volando, prenden el fuego e invitan a los amigos.”.

Por Jorge Oviedo | LA NACION