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El gobierno apoya el pago de regalías para la soja

El Gobierno defendió el pago de regalías por la mejora tecnológica de semillas como forma de recompensar la inversión de los sectores público y privado.
“Hay que respetar la propiedad intelectual”, dijo ayer el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, durante la presentación de la soja transgénica Intacta RR2 Pro, resistente a glifosato e insectos, que desarrolló la empresa norteamericana Monsanto y que acaba de aprobar el Gobierno.
La definición de Yauhar significa un giro en la posición adoptada en el comienzo de la administración kirchnerista, cuando el secretario de Agricultura, Miguel Campos, rechazó el planteo de Monsanto para cobrar regalías por la soja y enfrentó demandas judiciales iniciadas por la compañía en Europa, que finalmente no prosperaron.
A diferencia del anterior desarrollo biotecnológico de la soja, este nuevo evento fue patentado en la Argentina, por lo cual las compañías semilleras están en condiciones de comenzar a reclamar un pago por la propiedad intelectual.
Para Yauhar el aumento de la producción por la mejora tecnológica debe ser recompensado a quienes invirtieron en ese desarrollo. “Hay que pagar por ese precio: es el desafío que viene”, dijo el ministro.
Por su parte, el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, opinó: “Si se paga por la semilla de maíz y la de girasol o se compran camionetas 4×4, no veo escollos para la soja”.
Las entidades gremiales de productores rechazan la pretensión de las compañías semilleras porque argumentan que la actual ley de semillas, que data de 1973, ampara el uso propio para el productor.
La industria, en cambio, argumenta que ese derecho es utilizado por productores medianos y grandes para los cuales no fue pensado el marco legal. Además, sostiene que las investigaciones en germoplasma y biotecnología requieren inversiones millonarias que deberían ser reconocidas.
Yauhar dijo ayer que el Gobierno está trabajando con la industria y las entidades de productores en una nueva ley de semillas que sería enviada al Congreso este año.
A su vez, el vicepresidente de Monsanto, Pablo Vaquero, dijo que “los mecanismos de consenso se están alcanzando, trabajamos con un gobierno que ha abierto el diálogo”. La empresa semillera, junto con las firmas Don Mario y Nidera, que tendrán la licencia de la nueva soja, impulsó la firma de un acuerdo con productores del norte del país por el cual se acepta el pago de regalías por la semilla. Según informó Vaquero, el nuevo material se lanzará comercialmente el año próximo en el NOA y en 2014 estará disponible en el resto del país..

Por Cristian Mira | LA NACION