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Discurso del presidente de la Rural, Eduardo Bagnis

Acto inaugural de la 78ª Exposición Nacional Ganadera, Industrial, Comercial y de Servicios. Hoy, 8 de setiembre del 2012 y como todos los años inauguramos esta septuagésima octava (78 ) exposición nacional, ganadera, comercial, industrial y de servicios y la vigésima sexta (26) exposición nacional e internacional de artesanías, también como siempre y como era de esperar, hemos recibido una contundente respuesta de toda una comunidad, que año tras año nos acompaña en este importante emprendimiento, que se consolida en el tiempo, como una verdadera fiesta que vive el campo, la ciudad , y toda la región. Esto demuestra a las claras, que los logros que persisten, trascienden los tiempos y se llevan a cabo con la suma de voluntades de todos los sectores sociales  involucrados, en un conocido… y a veces olvidado ejemplo….  De  que la unión hace la fuerza. Es por ello, que en nombre de esta entidad, queremos agradecer profundamente a todos Uds., representantes del comercio, la industria, los servicios, artesanías, la ciudad, el campo, que nos ayudan a demostrar que la voluntad del trabajo, la ciencia y la tecnología, avanzan en forma inexorable, a pesar de cualquier coyuntura. Agradecer también, a entidades del sector, como el INTA, Aacrea, U.N.R.C., Apresid, Fada, Bolsa de Cereales de Córdoba, Maizar, Asociación de Ing. Agrónomos, Veterinarios, con quienes siempre contamos, como fuente de consulta, y  para la realización en conjunto, de distintos eventos relacionados con el sector. A nuestro personal administrativo y de predio y  a todos los socios de nuestra entidad. A los medios de comunicación que siempre están presentes. También hacer extensivo este agradecimiento a nuestro ateneo Juvenil quienes siempre nos acompañan, como reaseguro de nuestra labor, ya que ellos representan, una mirada renovada hacia el futuro. Y en forma personal, a nuestra Comisión Directiva, con quienes juntos, día a día, nos esmeramos por cumplir con los objetivos propuestos como entidad gremial empresaria y donde además de defender los legítimos intereses de nuestro sector, nos hemos avocado a trabajar sobre dos temas que consideramos, tienen un fuerte impacto social, como lo son: LAS BUENAS PRACTICAS AGROPECUARIAS Y EL AGREGADO DE VALOR EN ORIGEN. Las primeras porque entendemos que los sistemas intensivos de producción, sean agrícolas o pecuarios, tienden a producir modificaciones sobre el medio ambiente de tal manera que la búsqueda del conocimiento de las mismas, nos hará comprender la forma de mejorarlas, atenuarlas y anularlas, para que nuestra labor crezca en forma apropiada La segunda, o sea, el agregado de valor en origen, porque sabemos, es el camino que debemos transitar, para permitir el desarrollo de las economías regionales, factor este que va en concordancia con la creación de nuevas fuentes de trabajo y con la  generación de actividad económica, en los pueblos y ciudades del interior del país, de ahí el deber de encontrar juntos el sector publico y privado las oportunidades para su concreción, ya que creemos que esta es la forma de defender un genuino federalismo, que permita a las provincias ser verdaderamente autosustentables. Sin embargo, en el trayecto de esta voluntad, nos encontramos con dificultades, que lejos de posibilitar y de acompañar esta intención, nos envuelven en intrincados laberintos, que nos confunden, nos preocupan y dilatan los tiempos de las respuestas, que la sociedad espera de nosotros. Como resulta por ejemplo, con la intervención  en los mercados, que ha derivado en un profundo desaliento a producciones tradicionales como son el trigo y  el maíz, donde ambos, con creces, satisfacen la demanda interna. Pero con las trabas en sus saldos exportables, generan una marcada incertidumbre y tal como acontece, hace que se reduzcan sustancialmente sus áreas de siembra. No teniendo en cuenta que el agregado de valor comienza por la siembra, ya que ella  lleva implícito, un fuerte componente del mismo.  Desaprovechando la oportunidad de alcanzar buenos valores en trigo ligado a la baja producción en Europa y ex unión soviética y causando desconfianza en nuestros vecinos del MERCOSUR, que los lleva a proveerse en mercados más distantes. O en el caso del maíz, cuando hoy, a pesar del aumento del precio, que podría actuar como incentivo, tenemos serias dudas respecto a la intención de siembra del mismo, ya que los mayores costos de implantación, el desfinanciamiento que sufre el sector y la falta de transparencia en su comercialización, ponen en duda este propósito, justo también cuando su producción, se vera sensiblemente recortada a nivel mundial, por la prolongada e intensa sequía que sufre  la región núcleo de EEUU . Y donde, si bien hoy, el precio de este cereal, alejado sensiblemente del fas  teórico podría ser circunstancialmente una ayuda para las producciones intensivas de carne, leche y otros procesos industriales, la sobreestimación de stocks en nuestro país, y la falta de confianza en la siembra del mismo, pueden presagiar algunos inconvenientes de oferta, en un futuro cercano. Todo lleva entonces a la siembra de soja, como monocultivo, vulnerando peligrosamente la estabilidad de los sistemas de producción y de nuestros suelos. En el caso de la lechería, que con la intervención sobre la exportación de productos lácteos, se produce una sobreoferta en el mercado  interno, dejando fuera de juego a pequeños y medianos tamberos, ya que los mayores costos de producción, solo se trasladan, a algunos eslabones de la cadena de valor, siendo perjudicados los dos extremos de la misma: el productor y el consumidor. En el caso de la carne. Una baja participación de las carnes vacunas en los mercados internacionales, con el incumplimiento por cuarto año consecutivo de la cuota  Hilton y donde asistimos a serios problemas en la industria frigorífica, con  la eliminación de miles de puestos de trabajo. El cierre de las importaciones, con su contraparte en la imposibilidad de exportar productos sensibles, a las economías regionales, de distintas provincias del interior del país. La indiferencia, ante la difícil situación que afrontan  los productores de la provincia de Córdoba, suscitado por la fuerte sequía sufrida durante la campaña 2011/ 2012, al no homologar, a nivel nacional, la emergencia agropecuaria decretada por la misma.  La aplicación de una serie de medidas sobre el mercado cambiario que produjo una marcada brecha entre el dólar oficial y paralelo, que afecta la estructura de costos por los insumos expresados en dólar. Una marcada inseguridad jurídica, que provoca gran incertidumbre en el ambiente macroeconómico, que lleva a una importante fuga de capitales, falta de inversiones directas, caída del empleo, como consecuencia de una profunda crisis, de  génesis interna. Con un federalismo fiscal magro y que con el deterioro de sus cuentas fiscales y ante la necesidad de nuevos ingresos , hace pagar un alto costo político a los gobernadores provinciales, con el revalúo del impuesto inmobiliario rural, afectando con mayor recesion a las economías regionales, pero beneficiando a la nación , por contar con una mayor base, para el calculo del impuesto a los bienes personales, transformando, paradójicamente, a las provincias que mas aportan en las que menos reciben por habitante y subordinándolas cada vez mas al poder central. Que desde el año 2006 con políticas de expansión fiscal y monetaria han motorizado una creciente inflación, llevando a una gran distorsión de precios relativos, afectando fuertemente las decisiones empresariales de inversión y produciendo una importante pérdida de competitividad de las mismas, y que a su vez, a llevado a un sostenido aumento de los costos de la canasta básica, pegando de lleno en el bolsillo de los trabajadores, transformándolo en el impuesto más regresivo y en un verdadero…distribuidor de pobreza. A esto se suma una preocupante inseguridad social que se manifiesta tanto en la ciudad como en el campo. Consideramos entonces, desde nuestro punto de vista, que no son estas, las herramientas necesarias, para llevar a cabo el desarrollo sustentable de nuestro país, ni tampoco llevar adelante un PLAN ESTRATEGICO AGROALIMENTARIO, realmente consistente. Entendemos que para ello, se  requieren  una serie de medidas que nos parecen indispensables, como lo son: Adoptar un programa antiinflacionario, mediante austeridad fiscal, con quitas ordenadas de subsidios y reducción de la emisión monetaria Desintervencion   del mercado cambiario. Seguridad jurídica y previsibilidad en las reglas de juego. La urgente liberación de los mercados del comercio de trigo y maíz para producir la libre competencia en la cadena comercial y el estimulo a la siembra de los mismos.  Evitar medidas cortoplacistas que solo atacan las consecuencias y no las causas. Estamos seguros, que con estos mecanismos, se produciría un fuerte incentivo hacia las empresas privadas que les permitiría crecer y desarrollarse y devolvería a los ciudadanos sus derechos y libertades, favoreciendo el bienestar de la sociedad, insertando a nuestro país nuevamente en el mundo. Un mundo que esta ávido de lo que nosotros producimos, que hoy esta en continua búsqueda, de la menor dependencia de los combustibles fósiles , porque sabe claramente , que en un futuro cercano, va a ser imposible atender las necesidades de alimentos, fibras y energía con las actuales practicas productivas. Que consolida a la biotecnología como una de las bases de estos nuevos procesos. Un mundo, que ya habla de la bioeconomia, que representa a la conjunción de la nueva biología, la química, la ciencia de los materiales y las tecnologías de información, para lograr un mayor aprovechamiento de los recursos naturales, disponibles para la agricultura y para la industria. Estos son hechos, de suma importancia para Argentina, que tiene en ese contexto, enormes posibilidades, sea por su experiencia en la utilización de nuevas biotecnologías, algunas de ellas aplicadas ya, desde fines del siglo pasado,  como también por ser una importante  productora de biomasa de diversos tipos. Cuando además, todo esto, nos ha posicionado, no solo en la venta de commoditis agrícolas sino también en biocombustibles, de tal forma, que no resulta difícil pensar que la bioeconomia nos otorgue, excelentes  beneficios. Es por todo ello, que desde el campo, debemos asumir el compromiso, de hacer comprender a nuestra sociedad, de la importancia estratégica de nuestro sector, en el desarrollo sustentable de nuestro país. Decirles también, que no encontramos palabras, ni interminables discursos que justifiquen siquiera, que en un país que se produce para mas de 300 millones de habitantes donde solo existen 40, haya desnutrición infantil, y esto lleva a un punto de inflexión, donde toda la sociedad merece realizar, un análisis más profundo de lo que significa, la tan utilizada frase: redistribución de la riqueza. Decirles también que constituimos pequeñas y medianas empresas, de capitales nacionales, que somos tomadores y no formadores de precios, que invertimos y reinvertimos en nuestro suelo, que todo lo dejamos acá, que vivimos de lo nuestro, que estamos comprometidos con nuestras comunidades, que reconocemos errores que sabemos perfectibles, que vamos a asumir nuestra responsabilidad social empresaria, nos vamos a animar a mirar por encima de esta coyuntura, que la única división que nos interesa es la de los poderes del estado, porque creemos en la unión del pueblo argentino, que apostamos al dialogo, al consenso o al discenso argumentado, que seguiremos siendo libres y críticos pero nunca disciplinados. Que vamos a seguir trabajando, a seguir produciendo, a defender las libertades que nuestra constitución nos otorga, a seguir pensando y buscando en estas nuevas oportunidades… un futuro de grandeza para las generaciones venideras.