INDIANÁPOLIS.- Alcanza con salir por las inmensas autopistas que cruzan esta ciudad y ver los maíces resecos y escuálidos que los farmers aún esperan cosechar para comprobar que la peor sequía de los últimos años en los Estados Unidos tiene una repercusión global. Así es que el elevado precio de la soja, que este año volvió a alcanzar un nuevo récord, no se mantendrá en 2013.
Eso es lo que se desprende de las observaciones de los especialistas norteamericanos, que comienzan a observar con interés lo que está sucediendo en América del Sur.
“Si la Argentina y Brasil tienen cosechas récord el año próximo la soja bajará de precio”, advierte Larry Stenberg, analista del departamento de Ventas y Marketing de Semillas de la compañía Dow Agrosciences.
En la Argentina no pocos observadores políticos y económicos ya dan por descontado que el país tendrá ingresos extraordinarios de divisas por una supercosecha de soja. Pero cuando esto ocurre los mercados reaccionan y hacen caer las cotizaciones. Según las primeras estimaciones, la Argentina, tercer productor mundial de la oleaginosa, tendría para 2013 una cosecha de entre 54 y 55 millones de toneladas, muy superior a la de la campaña 2011/12, que apenas llegó a los 40 millones de toneladas por la sequía que castigó a la pampa húmeda en el verano. Para Brasil, el segundo productor mundial de la oleaginosa, también se pronostica una cosecha récord el año próximo.
Stenberg no pronostica a cuánto estará la soja en 2013. “No tengo la bola de cristal, si usted sabe dígamelo así les aviso a mis amigos y a mis familiares”, dice, con ironía, porque aquí los mercados de futuros, en particular de las commodities, son fuente de ganancias rápidas merced al enorme volumen de dinero que manejan los fondos de inversión y especulación en Chicago.
Estos fueron los que, por la sequía que castigó al maíz y a la soja en Estados Unidos, llevaron a la soja a cotizarse por encima de los US$ 650 la tonelada. “En la semana del 4 de julio (feriado por el Día de la Independencia en este país) movilizaron en cuatro días 12.000 millones de dólares para comprar posiciones en el maíz y la soja”, señala el especialista. Este monto de dinero disparó los precios de los granos a un nivel que hizo recordar a 2008, cuando el mundo padeció una crisis alimentaria que, entre otras cosas, influyó en las revueltas de los países árabes por el encarecimiento de los precios de los alimentos.
Esta vez, nuevamente se encendieron las alarmas. Aquí, en los Estados Unidos, aunque creen en la libertad de los mercados, le han puesto un techo al crecimiento sin freno de las commodities agrícolas. Así, la semana pasada un informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sobre la evolución de la cosecha de maíz dio rendimientos del cultivo muy superiores a los estimados por el mercado.
Pero más allá de la eventual baja de los precios de los granos, la tendencia para el mediano y largo plazo sigue siendo positiva. “En siete años, China incorporará a su clase media 234 millones de personas”, apunta Eric Schlorff, líder global de Inteligencia de Mercado de Dow Agrosciences. Esto significa que aumentará la demanda por proteínas vegetales para que sean convertidas en proteínas animales. Y la Argentina es uno de los países llamados a responder a esa demanda.
Tendencia y mercados
234
Millones de personas
Se incorporarán en siete años a la clase media en China, dijo Eric Schlorff, líder global de Inteligencia de Dow
650
Dólares por tonelada
Es el nivel que alcanzó la soja en Chicago como consecuencia de la sequía.
Por Cristian Miras – LA NACION