Los datos que se desprenden de los informes de recaudación, paritarias, jubilaciones, salario mínimo, asignaciones familiares y consumo, revelan que la actividad económica se rige con un piso del 20%
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) la inflación de agosto fue 0,9% y acumuló un 10% en el último año.
El relevamiento oficial representa menos de la mitad que lo que detectan las consultoras privadas, que a través del “Índice Congreso” que difunden legisladores de la oposición todos los meses, acumuló al mes pasado una inflación interanual del 24,23 por ciento.
Cerca de este indicador, varios datos de la economía confirman esta tendencia del aumento generalizado de precios, que es más del doble de las polémicas estadísticas oficiales.
Ejemplos a la vista
Por ejemplo, los aumentos de salarios en el sector privado registrado fueron en el primer semestre de 30,1 por ciento, por lo que pasaron de 5.554 a 7.229 pesos.
En el sector público aumentaron 27,5 por ciento, con 36,4% en la administración central, 27,7% en las provincias y 31,1% en el conjunto de los municipios del país, con excepción de la ciudad de Buenos Aires que ajustó 24,9 por ciento.
El Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM) oficializado por el Gobierno muestra que dicha remuneración alcanzará unos $2.875 desde los $2.300 que regían en agosto. De nuevo, el salto que se registra es de 25 por ciento.
Negociaciones paritarias
En materia de paritarias también aparecen datos interesantes: el gremio de bancarios logró un aumento de 24,5 por ciento hasta el 31 de diciembre de este año, más unos $1.000 por única vez.
En la misma línea se encuentran los camioneros que en forma escalonada registraron una suba de 25,5 por ciento que regirá hasta junio del próximo año.
En tanto, los empleados de comercio tendrán un incremento de 24 por ciento en dos etapas hasta abril del próximo año.
Semejante expansión de las variables nominales estuvieron alineadas con el crecimiento de la creación de dinero primario por parte del Banco Central, a un ritmo de 36,4 por ciento y 37,1% en la cantidad de dinero en poder del público, entre agosto de 2011 e igual mes del corriente año.
Además, la masa de depósitos se elevó en ese período 29,4% y el total del crédito al sector privado lo hizo a ritmo de 42% al año.
Tarjetas de crédito
Frente a semejantes señales de alta inflación, los consumidores intensificaron el uso del financiamiento de sus compras a través del creciente uso de la tarjeta de crédito, porque consume hoy y paga a 30 días.
Los datos del Banco Central dieron cuenta que en agosto por esta vía el financiamiento se elevó 46,9 por ciento, aunque parte estuvo inducido por gastos en el exterior, ante la agudización del cepo cambiario.
Finalmente, otro dato que avala la convivencia con una tasa de inflación de dos dígitos altos es que el gasto público mantiene un ritmo de crecimiento por sobre el 25% anual.
Si fuera como dice el Indec
Si la inflación fuera como sostiene el Indec, del orden de 10 por ciento anual, semejantes incrementos de las variables monetarias, financieras, de consumo y de gasto, debieran haber inducido a un crecimiento real de la oferta de bienes y servicios muy superior al 2,5 por ciento que acaba de informar el Indec y la inversión no se hubiera derrumbado el 15 por ciento en el segundo trimestre, como también comunicó el organismo oficial de estadística.
Un dato oficial, como lo es la recaudación por Impuesto al Valor Agregado (IVA), muestra que los ingresos fiscales acumulados por el cobro del gravamen entre enero y agosto de este año treparon un 25,7 por ciento en comparación con el mismo período del año 2011.
El consumo en supermercados e hipermercados creció 26,6 por ciento en los primeros ocho meses del año, en comparación con 2011.
Si bien esa suba puede ser alcanzada por medio de una mayor cantidad de productos, también obedece a un salto en la facturación vía precios.
Respecto de la Asignación Universal por Hijo, la presidenta Cristina Fernández anunció un ajuste de $270 a 340 pesos en la partida para cada niño, y que representa una erogación para el Estado de unos $5.200 millones, con un incremento reconocido de 25,9 por ciento.
También las jubilaciones registraron un aumento desdoblado en dos ajustes previstos por ley que totalizan en 2012 una mejora de 31%, según lo dispuso el propio Estado mediante una fórmula de ajuste automática.
En medio de este panorama inflacionario anual para nada alentador, las declaraciones, ayer, de la ministra de Industria sonaron parecidas a una suerte de premio consuelo.
Es que Débora Giorgi destacó la importancia de que Argentina no esté endeudada en momentos donde los países desarrollados sufren la crisis financiera y económica.
“El karma que tienen todos los países desarrollados es su endeudamiento”, dijo, y lo contrapuso con la situación en nuestro país.
“¿Saben lo que es en el mundo de hoy ser un país desendeudado? ¿Un país que no tiene que recurrir al Fondo, a los salvatajes financieros, a los ajustes, a la salud y a los jubilados?”, preguntó en un seminario en Santiago del Estero ante unos 600 empresarios.
El 42% del PBI
“Argentina tiene un nivel de desendeudamiento equivalente al 42 por ciento del PBI, y si nos referimos sólo al sector público este índice es del 18 por ciento. Tenemos que estar orgullosos de esto”, añadió Giorgi.
También resaltó la solidez del modelo, y recalcó que “hay una política macroeconómica para cada momento histórico, local e internacional: la economía se parece a la medicina, no se aplica siempre el mismo remedio en todos los casos”.
Además destacó el rol del mercado interno y afirmó que “es la base que permite, por ejemplo, desarrollar a la pyme su primer negocio, ya sea un comercio, una industria o una empresa de servicios”.
“En este momento es clave tener un mercado interno pujante, la Argentina duplicó su consumo, generó cinco millones de puestos de trabajo, tiene el nivel de salarios más alto de América latina, es igualdad social, y eso es la base del verdadero capitalismo”, analizó la ministra.
“El capitalismo que hizo grande a los Estados Unidos no fue el de Wall Street, ni de las hipotecas o de los pedaleos financieros de la burbuja. Lo que hizo grande a Estados Unidos fue esa clase media que quería consumir, tener su auto, su heladera”, expresó.
Sobre este punto, Giorgi agregó que detrás de ese modelo neoliberal “no hay trabajo, producto o valor agregado, hay millones de norteamericanos que hoy no la están pasando bien”.
Por último, la ministra hizo referencia a las políticas de defensa de la industria local y advirtió que “hoy los países desarrollados tienen tasas negativas de crecimiento; cuando esos países no consumen, sobra todo, no hay precio, entonces hay que proteger el producto local”.
“Una competencia sana”
Al respecto, dijo que “esto no significa dejarle la vaca atada al fabricante nacional, que tiene que producir con precios accesibles al pueblo y con calidad internacional, necesitamos competencia sana, no precios de remate”.
La línea de pensamiento de la ministra, por un lado, y los índices antes mencionados, muestran una realidad diferente según el cristal que se mire. Algunos, incluso, ya han vaticinado el peor escenario, como el ex ministro Domingo Cavallo.
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