Se redujo un 51 por ciento en los primeros nueve meses del año
Por la caída en la rentabilidad de los contratistas de maquinaria agrícola, los efectos de la sequía en la última cosecha y la continuidad de las trabas a la importación, entre enero y septiembre pasado se vendió un 51% menos de cosechadoras que igual período de 2011.
Según un informe de siete empresas al que accedió la nacion, entre enero y septiembre último las compañías vendieron 407 máquinas. En el mismo período de 2011 habían colocado 831 unidades. De ahí el dato duro de que la comercialización cayó a la mitad.
La perspectiva para lo que resta del año no es muy alentadora. Como mucho, según los especialistas, el mercado total podría alcanzar al cierre de 2012 las 750 máquinas vendidas.
No es una misión sencilla. Habitualmente el grueso de las ventas se hace entre enero y mayo, para aprovechar la recolección de soja y maíz, y luego otro tanto ocurre en octubre, previo a la cosecha de cultivos de invierno como el trigo y la cebada, entre otros.
Aún si la comercialización total de 2012 fuera de 750 o 900 máquinas como máximo, la Argentina volvería a tener con ese número un mercado por debajo del necesario de reposición. Si bien la siembra y producción agrícolas vienen en alza, salvo en los años de contratiempos por la sequía, como ocurrió en 2008/2009 y en el último ciclo, se estima que continúa siendo necesario un recambio de equipos de entre 1600 a 1800 máquinas por año.
El parque total de cosechadoras en el país oscila entre las 22.000 y las 24.000 máquinas en actividad y la antigüedad promedio se ubica en torno de los ocho años, aproximadamente.
La última vez que hubo un mercado tan malo fue en 2009, cuando las ventas de estos equipos quedaron por debajo de las 500 máquinas.
“El contratista, el prestador de servicios de cosecha que suele comprar el 70% de las máquinas, perdió este año rentabilidad por la sequía. Además, las licencias no automáticas de importación hicieron que el mercado tuviera este resultado”; evaluó una fuente empresaria.
Importadas
En rigor, además del mal año productivo, el otorgamiento en cuentagotas, por parte del Gobierno, de licencias no automáticas de importación complicó la colocación de equipos. Vale recordar que hasta el endurecimiento de las trabas alrededor del 70 a 80% de los equipos provenía del exterior.
Algunos datos sirven para ilustrar la merma de las máquinas importadas. Puntualmente en septiembre pasado, las multinacionales lograron facturar 28 sobre un total de 39 cosechadoras. Para comparar, en septiembre de 2011 habían colocado 40 de 56 equipos.
Empresas internacionales como John Deere, CNH (Case-New Holland) y el grupo Agco firmaron acuerdos con el Gobierno para producir en el país. La primera que lo hizo fue CNH, del grupo Fiat, que pudo acceder rápidamente a licencias de importación.
Si se suman sus dos marcas, Case y New Holland, se puede observar que entre enero y septiembre últimos el grupo CNH logró facturar 164 cosechadoras. Esto es casi el 40% del mercado y por encima del líder histórico John Deere, que colocó 136 máquinas. John Deere es la principal marca sólo si se analizan las firmas individualmente y no como grupo.
Por otra parte, el grupo Agco logró facturar entre enero y septiembre pasados 13 equipos. La explicación de este número es que fue la última en cerrar un acuerdo con el Gobierno y de aquí en adelante podrá ingresar equipos.
Los especialistas del sector esperan que en 2013, si se cumplen los pronósticos climáticos, la cosecha se incremente y los productores estén en condiciones de invertir en equipos.
Por Fernando Bertello | LA NACION