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La Nación se queda con el 91% de los aportes tributarios del campo

Una hectárea de soja, con un rinde de 28 quintales, tiene un costo fiscal de 3.555 pesos, de los cuales 3.200 van al gobierno federal. La presión tributaria en la última década creció en total un 560%

En medio de la discusión por los aportes tributarios del campo, tanto a nivel nacional como provincial, un informe sectorial destacó que el 91 por ciento de los fondos aportados por el sector agropecuario van directamente al gobierno federal mientras que sólo el 9 por ciento restante queda en mano provinciales.

De acuerdo al estudio, una hectárea que rinde 28 quintales de soja debe tributar 3.555 pesos entre impuestos y tasas, de los cuales 3.200 van directamente a la Nación. De esta última cifra, el 75 por ciento se explica por retenciones, y el 15 por ciento por Ganancias. Con menor incidencia aparecen luego Bienes Personales y Crédito y Débitos bancarios.

En total, la presión fiscal sobre el sector agropecuario trepó el 560 por ciento en la última década, según el informe del ex presidente de Cartez, Néstor Roulet. De acuerdo a lo señalado por el dirigente ruralista, los ingresos de los productores crecieron por debajo de lo que aumentó la presión tributaria a nivel nacional y provincial en ese período.

Así, una hectárea que en 2003 rendía 28 quintales de soja tenía un costo fiscal de 539 pesos, mientras que 10 años después esa cifra se eleva a los 3.555 pesos. Sólo 325 pesos responden a gravámenes provinciales.

“Después de la crisis del 2001, el sector agropecuario se encontró con buenos precios de los granos a nivel internacional, que sumado a la buena relación cambiaria, convirtió al sector en uno de los más competitivos. A partir del 2003 cuando asume como Presidente Néstor Kirchner la Presión impositiva al sector se fue incrementado en forma constante”, relató Roulet.

Entre las conclusiones del informe tributario, el ex presidente de Cartez destacó que mientras la soja aumentó un 380% su cotización, los ingresos del productor -con el mismo rendimiento por hectárea- sólo lo hicieron un 183%; que ante ese incremento de la oleaginosa, la tributación por hectárea tuvo un aumento del 560%; la presión impositiva pasó del 37,1% en al año 2003, al 51,0 % en el año 2012 con respecto al ingreso bruto por hectárea; y mientras en el año 2003 al productor le quedaba un 21,7% del ingreso total por hectárea, en el año 2013 sólo le queda un 12,9%.

En ese sentido, Roulet destacó que “si analizamos los costos de producción podemos decir que el aumento de los mismos fueron acompañando de alguna manera la suba del precio de la soja, el problema es que a causa del aumento de la presión fiscal, en el 2003 estos representaban el 51,2% del ingreso bruto del productor por hectárea y en el 2012 representan un 55,5%”, explicó.

Cómo se desgrana

6.974 Es el ingreso bruto de una hectárea con un rinde de 28 quintales de soja. Una producción acorde a los resultados de muchos sectores de la zona núcleo del país.

3.555 Es el costo fiscal que tiene esa misma hectárea de la oleaginosa. El 75% de los tributos lo representan las retenciones.

2.519 Es el valor de los demás costos de producción que tiene cada hectárea.

 

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