Discrepancias entre meteorólogos. Es un fenómeno que tiene su origen en el Atlántico Sur, señalan especialistas
Una discrepancia entre meteorólogos y especialistas en agroclima quedó develada: la sucesión de lluvias y mal tiempo que afectan principalmente la siembra de soja no responde al fenómeno “El Niño”; en cambio, son responsables el calor y el vapor que impactan sobre un área del Atlántico Sur.
“En el Atlántico Sur hay una zona anómala cálida que es una verdadera fuente de vapor para el continente, esa humedad precipita”, indicó Liliana Nuñez, jefa del Departamento de Agrometeorología del Servicio Meteorológico Nacional.
La especialista había insistido ante NA en que no había fenómeno de “El Niño” porque los principales servicios meteorológicos del mundo coincidían en esa apreciación.
Finalmente, el último baluarte que defendía la existencia de “El Niño”, es decir el especialista en agroclimatología, Eduardo Sierra, claudicó.
Con menos crecimiento
Así, el viernes, la Bolsa de Cereales porteña publicó con su respaldo que “El Niño” detuvo su crecimiento, pero el calentamiento del océano Atlántico “continuará perturbando durante los próximos meses”.
Para Sierra, el episodio de “El Niño” fue el “que afectó el inicio de la campaña agrícola 2012-2013” y se distinguió por ser uno de “los más precoces e intensos registrados hasta el presente, provocando precipitaciones invernales y primaverales muy por encima de lo normal”.
Estas lluvias “anegaron gran parte de la cuenca del río Salado en la provincia de Buenos Aires; en la cuenca del río Quinto (provincia de Córdoba), y en varias otras cuencas de la región pampeana, obstaculizando la cosecha de los cultivos de invierno y retrasando notablemente la siembra de los de verano”.
“Por estas causas, durante lo que resta de la primavera y el verano, se mantendrá una alta probabilidad de riesgo climático”, indicó Sierra.
De este modo, la misma Bolsa porteña a través del Panorama Agrícola Semanal destacó parte del perjuicio: la campaña de soja tiene un retraso en la siembra del 15 por ciento respecto del año anterior y hasta el momento, época de implantación de segunda o tardía, está sembrado un poco más del 50 por ciento de las 19,7 millones de hectáreas previstas.
La semana pasada también salió al cruce del tema, el Instituto de Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que dirige el economista Nadin Argañaraz.
Si bien todavía se mantiene, alertó, una expectativa de cosecha en el otoño próximo de 55 millones de toneladas de la soja 2012-2013; ésta se encontraría en niveles históricamente altos con un valor de 27.610 millones de dólares, es decir, 5.521 millones de dólares más que la pasada campaña.
No obstante, el trabajo advirtió que “las fuertes lluvias podrían contrarrestar las previsiones de ingreso de soja-dólares al país”.
Por cada millón de toneladas menos de producción sojera para la campaña 2012-2013, ingresarían 427 millones de dólares menos”, sostuvo el Iaraf, un descenso que implicaría 149 millones de dólares menos de “ingresos al Estado en concepto de retenciones a las exportaciones”.
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