Está 15 puntos porcentuales por debajo de los registros de la misma fecha del ciclo pasado; dudan de que se cumpla con la superficie prevista en ambos cultivos
Paradojas del clima: la falta de lluvias tuvo a maltraer a los productores en medio de la sequía del verano pasado, pero ahora ocurre lo contrario. Por las continuas y, en muchos casos, excesivas precipitaciones, las siembras de maíz y soja están demoradas y hay dudas sobre si se logrará implantar toda la superficie prevista o habrá que hacer recortes. El caso del maíz es el más notorio en cuanto al atraso. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el momento se implantó el 55,1% de una superficie estimada para grano comercial de 3,4 millones de hectáreas. Frente a la misma fecha del año pasado, el avance de siembra está 15 puntos por debajo. Pero la performance es aun peor si se considera el promedio de las cuatro campañas pasadas, que da 78,75%. Precisamente, contra este último promedio el avance de siembra está 23,65 puntos abajo. Para el maíz, quedan unas tres semanas y medias más para que se pueda completar la siembra. Y aquí aflora la incertidumbre. “Creo que va a ser menor el área final que los 3,4 millones de hectáreas de maíz comercial de que se habla. Hay serias dificultades para entrar a muchos campos del sur de Córdoba y el oeste de Buenos Aires”, explicó el productor Santiago Del Solar. En el caso de la soja, la siembra también viene con contratiempos. Se llevaba implantado el 54% de un área total calculada en 19,7 millones de hectáreas. Contra la misma época del año pasado, el avance de la siembra está 15 puntos abajo. Vale tener en cuenta que en las últimas cuatro campañas el promedio de implantación para esta fecha da un 62,75 por ciento. “De la cifra inicial seguro que habrá que descontar algunas miles de hectáreas”, evaluó Rodolfo Rossi, un reconocido especialista en soja. En soja, la siembra suele extenderse hasta los primeros 15 días de enero en algunas zonas. Pero eso tiene un costo. Desde ahora hasta esa fecha, por cada día que se demora la implantación el potencial de rendimiento se achica a razón de 50 kilos por día.
Una por semana
Por lo pronto, Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología, advirtió: “De acá a marzo, una lluvia por semana vamos a tener”. Y subrayó que hoy el 100% de la principal zona agrícola de la pampa húmeda, conformada por el norte bonaerense, el sur de Santa Fe y de Córdoba, tiene suelos saturados de humedad. Esto trae complicaciones para la siembra para lo que resta hasta mediados de enero y luego inconvenientes en materia de enfermedades, pero, según Sierra, no pondría en riesgo los volúmenes de producción de la cosecha.
De hecho, Gustavo López, de la consultora Agritrend, sigue aguardando producciones más altas que la última campaña. De 51 a 55 millones de toneladas en soja, versus 40,1 millones de toneladas, según el último dato oficial de 2011/2012, y de 25 a 28 millones de toneladas en maíz frente a 20,9 millones de toneladas de los registros oficiales de la campaña pasada. El atraso en la siembra como consecuencia de las lluvias preocupa a los productores. Ante una consulta de LA NACION en la red Twitter, varios productores y técnicos explicaron la situación en sus zonas. “En zona Bolívar estamos en 25 por ciento del área en soja y con suerte llegaremos al 30 por anegamientos”, dijo el productor y asesor Eduardo González Carona en su perfil @EGCarona . En Bolívar llevan en lo que va de 2012 unos 1450 milímetros, más que la media de 750 a 900 milímetros de los últimos años. Roberto Bezzato (h.), productor de Río Tercero (Córdoba), expresó en su cuenta @RBezzato que allí resta sembrar un 15% de la soja y 30% del maíz. “Me falta 30 por ciento de soja, vamos 1500 milímetros en Bayauca, partido de Lincoln”, contó Gustavo Walberg en @gpwalberg . Desde Chacabuco, Federico Fernández del Casal, gerente de una planta de Nidera señaló en @pikidelcasal : “En la zona resta sembrar algo de soja en lotes que todavía están encharcados”. Para Esteban Copati, de la Bolsa de Cereales porteña, “las posibilidades” de finalizar la siembra dependerán de las pausas que se registren entre lluvia y lluvia.
Por Fernando Bertello | LA NACION