Exportadores de granos le pidieron al Gobierno nacional que los habilite a vender al exterior un millón de toneladas más de trigo entre enero y febrero, al argumentar que si sólo despachan 2 millones en ese período, tendrán serios “problemas logísticos”.
En total hay otorgadas autorizaciones para exportar trigo (ROE) por 5 millones de toneladas, de las cuales hay despachadas 500 mil.
Como la cosecha resultó peor de lo esperado por el mal clima y para evitar el desabastecimiento interno ante la menor oferta, el Gobierno sólo les habilitó a embarcar 2 millones de toneladas entre enero y febrero, los meses pico de exportación del grano.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dijo que en enero empezará un relevamiento de stock en silos (acopios, cooperativas, productores, puertos) para que sobre la base del saldo que reste, habilitar en marzo, si hay margen, las exportaciones restantes.
Los productores se quejaron porque sostienen que con menos exportaciones habrá menos competencia por el precio, pero resulta una cuestión difícil porque buena parte del cereal ya está comprado a la espera de despacho y una habilitación de embarques no significa necesariamente más puja por el precio.
No obstante, los exportadores no se quejaron de la medida que instrumentará el subsecretario de Valor Agregado, Oscar Solís.
Según las estimaciones que hacen en la exportación, tomando el cuenta la menor estimación de producción (10 millones de toneladas) y el stock restante de cosechas anteriores (1 millón de toneladas) se pueden habilitar despachos por 1 millón más entre enero y febrero sin poner en riesgo la seguridad alimentaria y manteniendo abastecido el mercado interno.
La explicación de los exportadores es que si no se permiten esos embarques se tensa la cadena logística, ya que los silos están bastantes llenos y si no pueden liberarlos (despachando en puertos) no podrán recibir la cosecha gruesa (soja y maíz) generando hasta problemas con los camiones que llegarán a las terminales y no podrán descargar, con todo el riesgo de conflictos que eso conlleva.
La idea del Gobierno de habilitar embarques por 2 millones de toneladas se basa en que no quiere que la exportación se lo lleve todo sin dejar saldo para molinería.
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