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BALANCE Y PERSPECTIVAS Que se haga cargo el que sigue

Bagniscamisa

Por Eduardo Bagnis, presidente de la SRRC
Para nuestro sector… un cierre de año complicado. Si nos ponemos a pensar, lo fue desde un comienzo; por una parte por la fuerte sequía que sufrió la región y que complicó seriamente los rindes provocando el quebranto de nuestra actividad, lo que se tradujo también en una merma en la actividad económica de la región.
Luego, al recuperarse por las lluvias el perfil de humedad, la falta de previsibilidad en la comercialización de trigo, redujo sustancialmente la intención de siembra. A partir de entonces, un productor desfinanciado y afrontando los gastos de esta nueva campaña solo tuvo la opción de sembrar el recurso más barato, que es la soja, y lo que hizo de maíz con el menor gasto posible, resignando por supuesto tecnología y por ende rindes. Esto no se condice con el tan anunciado plan estratégico agroalimentario del gobierno nacional, que no fue capaz siquiera, como ayuda, de homologar la emergencia agropecuaria decretada en nuestra provincia.
Sumado a esto contemplamos azorados las medidas adoptadas por el gobierno que finalmente llevaron a lo que constantemente advertíamos. Las fuertes medidas intervencionistas han producido el efecto contrario a lo pretendido. Esto sucedió con las carnes donde se perdieron 12 millones de cabezas, con el trigo y el maíz que cada vez se siembran menos, con la sustitución de importaciones que produjo una fuerte caída de las exportaciones afectando a economías regionales, con el cepo cambiario que llevó a una sustancial diferencia entre el dólar oficial y el paralelo, el subsidio a las tarifas públicas que produjo una fuerte desinversión en el sector energético y que luego tuvo que financiar con mayores impuestos primero y con mayor emisión monetaria después, terminando con el anuncio de Randazzo sobre el aumento del 40% en los boletos de trenes y colectivos, llevando por último a nuestro país de exportador a importador de energías de alto costo.
Todo ello ha llevado a un fuerte consumo de stock de capitales públicos y privados, en pos de una justicia social que para nada existe pues a pesar del crecimiento gracias al contexto internacional, la mala gestión interna ha consolidado en los últimos años el núcleo duro de pobreza y marginalidad que representa 25% de la población: 10 millones de personas a las que hay que sumarles otros 6 millones sostenidas por un asistencialismo al que ya hay que mirar no como una fortaleza, sino como una debilidad. No se han creado suficientes fuentes laborales para que la gente tenga la dignidad de depender de su trabajo y no de un plan social. Nada es gratis en economía, alguien tiene que pagar lo que otros no hacen y hoy es el ciudadano que trabaja, que tiene que mantener a su familia, ahorrar en lo posible para su jubilación, sostener la ineficiencia del Estado, y además luchar contra el impuesto más regresivo que se conoce cual es la inflación.
Creemos perentorio corregir estos errores de gestión, crear un clima de confianza para la inversión productiva que permita crear fuentes genuinas de trabajo que dignifiquen a las personas, combatir el flagelo de la inflación y contribuir a la unión del pueblo Argentino que tanto lo merece. De lo contrario…. que se encargue el que sigue, aunque lamentablemente sabemos que el que sigue es justamente el pueblo argentino.

PUNTAL TRANQUERA ABIERTA