Cambio de tendencia. El año 2012 cerró con una expansión de apenas 2% en las ventas de alimentos y del resto de los productos de la canasta básica. Después de una leve mejora en el tercer trimestre del añ o, que coincidió con el pago del aguinaldo y con la conclusión de las negociaciones paritarias, el año 2012 cerró con un débil incremento en la venta de productos de la canasta básica, dejando así en claro que el consumo dejó de ser el motor de la economía. De acuerdo con un relevamient o privado, en los primeros once meses del año que acaba de terminar las ventas de alimentos, bebidas, artículos de limpieza y tocador registró un alza promedio de 2% en volumen, y todo indica que el panorama no habría sufrido grandes cambios en diciembre. A la hora de explicar este flojo desempeño del consumo, todas las miradas apuntan al impacto de la inflación, y de hecho, según un estudio de la consultora CCR la canasta de 124 productos de primera necesidad había acumulado al 1° de diciembre de 2012 una suba interanual de 26,6% medida en precios.
Según la medición de CCR -que toma en cuenta las ventas en todos los canales a nivel nacional, desde los grandes hipermercados hasta los almacenes y autoservicios chinos, pasando por las tiendas de descuento y los polirrubros- en noviembre la demanda de alimentos, bebidas, tocador y limpieza registró un incremento de 2,6%, lo que implica una pequeña recuperación frente al 1,3% de octubre. En cualquier caso, los índices se ubican claramente por debajo del pico del 4,3% que se había alcanzado en agosto y que había alimentado las esperanzas de los empresarios del sector de que el consumo estaba empezando a recuperarse. “Lo que habíamos visto en el tercer trimestre del año era una recuperación del poder adquisitivo de la población, coincidiendo
con los aumentos de sueldo, que venían un poco demorados. Sin embargo, los últimos meses del año volvieron a mostrar una desaceleración de la demanda. Está claro que con las paritarias hay una recuperación del consumo, pero la misma inflación se termina comiendo esta mejora”, analizó José Ignacio Amodei, director de CCR.
En el sector explican estos vaivenes como una consecuencia de la inflación. “Lo que estamos viendo es un consumo bipolar, con variaciones muy grandes. Un mes parece que la demanda se recupera, pero al otro las ventas se vuelven a planchar y cada vez es más difícil hablar de una tendencia definida”, explicó el presidente de una cadena de supermercados. Los supermercados fueron precisamente los que mostraron una mejor performance en la segunda mitad del año, con una tasa de crecimiento en su volumen de ventas que de un semestre al otro pasó de 0,8 a 2,2 por ciento. Este incremento, sin embargo, se logró básicamente a fuerza de aperturas de nuevas bocas y de una actividad promocional muy agresiva, que implicó una pérdida en los niveles de rentabilidad para la mayoría de las cadenas.
Bebidas en alza
En un mercado que tuvo en términos generales un flojo desempeño sobresale el caso de las bebidas sin alcohol. En los primeros once meses del año la categoría acumuló una suba en el volumen de ventas de 8,3%, y el buen momento de la industria fue acompañado por una marcada desaceleración de los precios. De hecho, las bebidas sin alcohol acumularon en los últimos doce meses una suba de precios promedio de 24%, lo que implica un par de puntos menos que el alza, que registró el resto de la canasta básica. “Las bebidas sin alcohol lideran el crecimiento del canal de los supermercados y explican casi el 60% del incremento en volumen”, explicó Amodei. El especialista destaca que el ascenso de la categoría se sustenta en los buenos resultados registrados en gaseosas, bebidas energizantes y aguas minerales, que mostraron una actividad muy fuerte de parte de los principales jugadores en materia de lanzamientos, desarrollo de nuevos tamaños y presentaciones y promociones en puntos de venta. El buen momento de las bebidas sin alcohol contrasta con la actualidad de otros rubros como artículos para el hogar y cosmética. En el primer caso, el sector acumuló entre enero y noviembre una caída de 0,2% en volumen. La baja fue aun más pronunciada en el caso de los artículos de cosmética, que registraron un descenso de 1,4%. En materia de precios, el rubro más golpeado por los aumentos fue el de las golosinas, que según la medición de CCR en los últimos doce meses acumularon un incremento de 31,4%, seguido de cerca por los productos de almacén (fideos, aceites, azúcar), que en promedio aumentaron 29,9 por ciento.
Por Alfredo Sainz | LA NACION