La falta de precio en el maíz y el cierre de las exportaciones de trigo se suman al enojo por los ataques en contra de la SRA y Federación Agraria
Si bien las voces del descontento de las últimas semanas fueron llevadas por Luis Miguel Etchevere, presidente de la Sociedad Rural Argentina, y sus pares de la Comisión de Enlace, por la falta de respuestas a los reclamos del campo y por los ataques en contra de la SRA por el predio de Palermo y de FAA por la quita de la venta de formularios para la venta de granos, la tensa situación se ha instalado también entre las entidades del interior.
Así lo dio a conocer el propio Etchevere cuando esta semana se refirió a las distintas asambleas que se realizarán en los próximos días, con el propósito de analizar medidas de fuerza. Y el argumento no es sólo el embate por el predio ruralista -y sus réplicas en el interior- sino también la falta de un plan económico que aliente a la producción y la reiteración de medidas que la entorpecen.
Para Eduardo Bagnis, presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, hay una suma de factores que hoy hacen insostenible la producción agropecuaria. Ellos son: la persistente inflación, los altos costos, una insoportable presión fiscal y la intervención en los mercados.
Sobre este último aspecto, destacó que los productores volverán a perder dinero en manos de exportadores y la molinería, como ocurriera en otras campañas con el trigo, ya que el Gobierno acotó nuevamente el volumen exportador y eso está incidiendo en el valor que recibe el hombre de campo. “Y algo similar ocurre con el maíz, donde los exportadores se retiraron del mercado dejando al producto sin un precio de referencia”, afirmó.
Cabe acotar al respecto que los exportadores habrían cubierto ya gran parte de los 15 millones de toneladas que había liberado del Estado y al retirarse del mercado los productores sólo pueden vender al consumo local y a precios que ya están por debajo de los internacionales y seguirían cayendo a medida que se aproxime la época de cosecha.
También están en problemas los productores de carne, donde se ha perdido toda relación entre la recomposición del stock -que ya se ha detenido- y la baja en el consumo de carne, que impide una mejora en los alicaídos precios de la hacienda.
Manifestó Bagnis que los productores sienten que de nada vale producir y aplicar tecnología cuando el Gobierno se queda con la renta y deja a miles de productores fuera del sistema. “No es posible que gente que trabaja, arriesga y produce, sea tratada de la forma en que lo hace este Gobierno, que hace caso omiso a los graves problemas que está sufriendo el país y la economía nacional por la falta de inversiones, la brusca caída de la actividad económica y una inflación que el gobierno sigue sosteniendo con una brutal emisión monetaria y ya es insostenible no sólo para las empresas sino también para la población en general”.
Se refirió también al enfrentamiento que está surgiendo entre los productores y los proveedores de servicios, que se ven obligados a aumentar sus precios porque la inflación le eleva sus costos, como ocurre, por ejemplo, con el precio del gasoil y de otros insumos.
Y enfatizó: “Esto ya lo vivimos y lo padecimos los argentinos en otras oportunidades. Por eso pedimos que se recapacite porque así como la población se expresó masivamente en el denominado 8N, las bases del sector agropecuario están pidiendo a las entidades que se realice alguna medida de fuerza el mes próximo”.
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