Los productores no venden sus granos porque se ven perjudicados por la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo: se habla de la “soja blue”. Prevén pérdidas por demoras en la siembra
Si bien la actual campaña agrícola no tiene punto de comparación con la tremenda sequía que afectó a varias zonas del país -incluido el departamento Río Cuarto- a comienzos de este año, hay algunos aspectos que resultan preocupantes: tanto desde el punto de vista climático como económico.
En este último aspecto, la publicación especializada Oil Word advirtió que los productores argentinos han vendido sólo el 10% de su soja en el mercado de futuros, situación que recalienta el mercado y que se suma a la posibilidad de que una cosecha tardía -por la demora en la siembra- pueda provocar una importante suba en los precios.
A la hora de señalar los motivos que llevan a los sojeros a ese comportamiento, los analistas esgrimen que la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue es el principal elemento.
En un artículo publicado ayer en un importante matutino porteño, se explica que el productor vende su soja en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) con un contrato en dólares, que se lo liquidan en pesos al dólar oficial. Como con esos pesos, el mismo productor quiere hacerse de dólares para no perder dinero, ir a encontrarlos en el mercado paralelo tiene que pagarlos 60% más. Así, ejemplifican, por una tonelada de soja mayo (u$s 337, dato del día miércoles), el productor recibe $ 1.678. Si fuese a comprar dólares al mercado paralelo, le quedarían u$s 212 por esa tonelada.
Nadie está dispuesto a entregar la soja por ese valor, comentan los analistas y corredores, para los que el valor de la soja blue se ha convertido en un dolor de cabeza.
Análisis climático
En lo climático y sobre todo en el centro – sur de la provincia, enero se mostró mezquino en lluvias y la ocurrencia de varios días con viento y altas temperaturas hace que muchos lotes estén sufriendo un stress hídrico que sólo será aliviado en parte por las lluvias de las últimas horas.
Claro que el alivio será puntual porque las precipitaciones no fueron para nada homogéneas. El sur sur está muy complicado porque en Huinca Renancó, por ejemplo, no llovió nada. Y en una amplia franja que va desde Carnerillo hasta Charras, pasando por Chucul, los cultivos están muy comprometidos no sólo porque llovió poco sino porque los suelos tienen escasa capacidad de absorción debido a la agricultura intensiva, tal como lo expresó a este medio el ingeniero agrónomo José Marcelino, del INTA Río Cuarto.
El registro más alto de la región lo tuvo Chaján, con 70 mm de lluvia este miércoles pero con una franja afectada por granizo, en Sampacho cayeron 58 mm y en el resto del departamento hubo entre 20 y 35 mm. Río Cuarto, en cambio, tuvo apenas 9 mm. Este departamento había tenido ya algo de lluvia el lunes 28, aunque con máximos de 20 mm en Achiras y en Sampacho.
Más hacia el centro de la provincia, la lluvia fue más homogénea, con registros de 30 a 45 mm en la zona de Villa María, con excepción de la misma ciudad, donde cayeron sólo 12 mm. Gabril Lisai, de la Sociedad Rural de Villa María, comentó a TRANQUERA ABIERTA que la zona está muy seca y que los productores están muy preocupados por la situación y con expectativas por los anuncios de lluvias.
De todas maneras, el ingeniero Marcelino manifestó que la campaña sigue considerándose buena en general y este pronóstico se cumplirá si las lluvias se normalizan en febrero como dicen los especialistas.
Por lo pronto, el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, quien elabora el pronóstico semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, anticipa que este fin de semana llegará al área agrícola un frente frío que al impactar con la masa de aire cálido que hasta ayer ocupaba la región, producirá varios frentes de tormenta. El área norte será la más favorecida, con precipitaciones que irán de los 50 a los 150 mm y el pronóstico no sigue siendo halagüeño para el sur de Córdoba, donde a lo sumo caerían unos 25 mm. Si esto se cumple, habrá que esperar a las próximas semanas para ver el desarrollo de los cultivos. (ver mapa en la parte superior de esta página).
Pérdidas por demoras
Mientras tanto, esta semana se conoció un estudio de los grupos CREA que establece que el 28% de la superficie sojera y el 16% del área de maíz de los campos de sus asociados se implantó con demora y eso afectaría los rendimientos al momento de la cosecha.
En base a los datos obtenidos mediante una encuesta interna, se estableció que el 2,2% del área agrícola de campos de productores CREA no se pudo sembrar con ningún cultivo como consecuencia de las inundaciones durante la primavera y principios del verano. También se verificó que el 28% de la superficie dedicada a soja se implantó tarde, con un atraso promedio de 19 días (ver figuras 1 y 2 en la página siguiente). Además, el 6,7% de los lotes implantados con la oleaginosa se perdió por adversidades climáticas.
Por otro lado, el 16% de la superficie maicera también se implantó después de la fecha óptima, con un retraso promedio de 20 días (ver figuras 3 y 4).
Al analizar las figuras se puede observar que en el sur de Córdoba se sembró tarde el 18% de la superfice sojera, con una demora promedio de 20 días; en tanto que para el maíz la siembra demorada alcanzó al 9%, con 17 días de retraso, en promedio.
Según se explicó, las demoras en la siembra de soja y de maíz se debió a excesos hídricos durante septiembre, octubre y noviembre.
En la región pampeana, mucha superficie sojera recién pudo sembrarse en diciembre-enero, cuando comenzó a prevalecer el tiempo seco y permitió trabajar sectores que en fechas anteriores se encontraban encharcados o anegados.
Por otro lado, en la zona NOA, las escasísimas lluvias de noviembre y diciembre, sumadas a perfiles secos, permitieron una mínima implantación en fecha óptima. En ese marco, el grueso de las tareas de siembra de soja se concretó en enero con la llegada de las precipitaciones, que continúan siendo escasas. Los productores de la zona estiman que el área sembrada sufrirá pocos recortes, pero esperan reducciones en los rendimientos por retrasos en la implantación respecto de la fecha óptima.
La demora en la implantación baja los techos de rinde, especialmente para la soja sembrada más tarde. Además, aumenta el riesgo para los cultivos, ya que la reducción normal en las temperaturas otoñales, sumada a la posibilidad de heladas tempranas, genera mayor incertidumbre a la hora de proyectar rendimientos. Lo mismo puede decirse de los cultivos tardíos de maíz, que van a cosecharse ya entrado el otoño-invierno, cuando normalmente se dificultan las tareas de recolección y el acceso a los campos.
Lotes perdidos
Además del atraso en la fecha de siembra, en la campaña 2012/13 ha habido pérdida de lotes sembrados como consecuencia de los excesos hídricos.
Como promedio de los lotes encuestados por los técnicos CREA, se registró una pérdida del 6,7% de la superficie implantada con soja por adversidades climáticas.
En maíz, los cultivos sembrados totalmente perdidos alcanzaron el 4,3% de la superficie. Asimismo, corresponde consignar que el 2,2% del área agrícola de los campos CREA encuestados no se pudo sembrar con ningún cultivo en el ciclo 2012/13.
Luego de estos inconvenientes en la implantación, en gran parte de las regiones agrícolas argentinas se registra, actualmente, una escasez de humedad que puede afectar los rendimientos de los cultivos sembrados más tarde, próximos a florecer.
Si bien los datos analizados corresponden exclusivamente a los productores CREA que respondieron a la encuesta, su dispersión geográfica hace pensar que los resultados pueden extrapolarse a la zona agrícola en general.
Jorge Vicario
[email protected] bien la actual campaña agrícola no tiene punto de comparación con la tremenda sequía que afectó a varias zonas del país -incluido el departamento Río Cuarto- a comienzos de este año, hay algunos aspectos que resultan preocupantes: tanto desde el punto de vista climático como económico.
En este último aspecto, la publicación especializada Oil Word advirtió que los productores argentinos han vendido sólo el 10% de su soja en el mercado de futuros, situación que recalienta el mercado y que se suma a la posibilidad de que una cosecha tardía -por la demora en la siembra- pueda provocar una importante suba en los precios.
A la hora de señalar los motivos que llevan a los sojeros a ese comportamiento, los analistas esgrimen que la brecha entre el dólar oficial y el dólar blue es el principal elemento.
En un artículo publicado ayer en un importante matutino porteño, se explica que el productor vende su soja en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba) con un contrato en dólares, que se lo liquidan en pesos al dólar oficial. Como con esos pesos, el mismo productor quiere hacerse de dólares para no perder dinero, ir a encontrarlos en el mercado paralelo tiene que pagarlos 60% más. Así, ejemplifican, por una tonelada de soja mayo (u$s 337, dato del día miércoles), el productor recibe $ 1.678. Si fuese a comprar dólares al mercado paralelo, le quedarían u$s 212 por esa tonelada.
Nadie está dispuesto a entregar la soja por ese valor, comentan los analistas y corredores, para los que el valor de la soja blue se ha convertido en un dolor de cabeza.
Análisis climático
En lo climático y sobre todo en el centro – sur de la provincia, enero se mostró mezquino en lluvias y la ocurrencia de varios días con viento y altas temperaturas hace que muchos lotes estén sufriendo un stress hídrico que sólo será aliviado en parte por las lluvias de las últimas horas.
Claro que el alivio será puntual porque las precipitaciones no fueron para nada homogéneas. El sur sur está muy complicado porque en Huinca Renancó, por ejemplo, no llovió nada. Y en una amplia franja que va desde Carnerillo hasta Charras, pasando por Chucul, los cultivos están muy comprometidos no sólo porque llovió poco sino porque los suelos tienen escasa capacidad de absorción debido a la agricultura intensiva, tal como lo expresó a este medio el ingeniero agrónomo José Marcelino, del INTA Río Cuarto.
El registro más alto de la región lo tuvo Chaján, con 70 mm de lluvia este miércoles pero con una franja afectada por granizo, en Sampacho cayeron 58 mm y en el resto del departamento hubo entre 20 y 35 mm. Río Cuarto, en cambio, tuvo apenas 9 mm. Este departamento había tenido ya algo de lluvia el lunes 28, aunque con máximos de 20 mm en Achiras y en Sampacho.
Más hacia el centro de la provincia, la lluvia fue más homogénea, con registros de 30 a 45 mm en la zona de Villa María, con excepción de la misma ciudad, donde cayeron sólo 12 mm.Gabril Lisai, de la Sociedad Rural de Villa María, comentó a TRANQUERA ABIERTA que la zona está muy seca y que los productores están muy preocupados por la situación y con expectativas por los anuncios de lluvias.
De todas maneras, el ingeniero Marcelino manifestó que la campaña sigue considerándose buena en general y este pronóstico se cumplirá si las lluvias se normalizan en febrero como dicen los especialistas.
Por lo pronto, el ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, quien elabora el pronóstico semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, anticipa que este fin de semana llegará al área agrícola un frente frío que al impactar con la masa de aire cálido que hasta ayer ocupaba la región, producirá varios frentes de tormenta. El área norte será la más favorecida, con precipitaciones que irán de los 50 a los 150 mm y el pronóstico no sigue siendo halagüeño para el sur de Córdoba, donde a lo sumo caerían unos 25 mm. Si esto se cumple, habrá que esperar a las próximas semanas para ver el desarrollo de los cultivos. (ver mapa en la parte superior de esta página).
Pérdidas por demoras
Mientras tanto, esta semana se conoció un estudio de los grupos CREA que establece que el 28% de la superficie sojera y el 16% del área de maíz de los campos de sus asociados se implantó con demora y eso afectaría los rendimientos al momento de la cosecha.
En base a los datos obtenidos mediante una encuesta interna, se estableció que el 2,2% del área agrícola de campos de productores CREA no se pudo sembrar con ningún cultivo como consecuencia de las inundaciones durante la primavera y principios del verano. También se verificó que el 28% de la superficie dedicada a soja se implantó tarde, con un atraso promedio de 19 días (ver figuras 1 y 2 en la página siguiente). Además, el 6,7% de los lotes implantados con la oleaginosa se perdió por adversidades climáticas.
Por otro lado, el 16% de la superficie maicera también se implantó después de la fecha óptima, con un retraso promedio de 20 días (ver figuras 3 y 4).
Al analizar las figuras se puede observar que en el sur de Córdoba se sembró tarde el 18% de la superfice sojera, con una demora promedio de 20 días; en tanto que para el maíz la siembra demorada alcanzó al 9%, con 17 días de retraso, en promedio.
Según se explicó, las demoras en la siembra de soja y de maíz se debió a excesos hídricos durante septiembre, octubre y noviembre.
En la región pampeana, mucha superficie sojera recién pudo sembrarse en diciembre-enero, cuando comenzó a prevalecer el tiempo seco y permitió trabajar sectores que en fechas anteriores se encontraban encharcados o anegados.
Por otro lado, en la zona NOA, las escasísimas lluvias de noviembre y diciembre, sumadas a perfiles secos, permitieron una mínima implantación en fecha óptima. En ese marco, el grueso de las tareas de siembra de soja se concretó en enero con la llegada de las precipitaciones, que continúan siendo escasas. Los productores de la zona estiman que el área sembrada sufrirá pocos recortes, pero esperan reducciones en los rendimientos por retrasos en la implantación respecto de la fecha óptima.
La demora en la implantación baja los techos de rinde, especialmente para la soja sembrada más tarde. Además, aumenta el riesgo para los cultivos, ya que la reducción normal en las temperaturas otoñales, sumada a la posibilidad de heladas tempranas, genera mayor incertidumbre a la hora de proyectar rendimientos. Lo mismo puede decirse de los cultivos tardíos de maíz, que van a cosecharse ya entrado el otoño-invierno, cuando normalmente se dificultan las tareas de recolección y el acceso a los campos.
Lotes perdidos
Además del atraso en la fecha de siembra, en la campaña 2012/13 ha habido pérdida de lotes sembrados como consecuencia de los excesos hídricos.
Como promedio de los lotes encuestados por los técnicos CREA, se registró una pérdida del 6,7% de la superficie implantada con soja por adversidades climáticas.
En maíz, los cultivos sembrados totalmente perdidos alcanzaron el 4,3% de la superficie. Asimismo, corresponde consignar que el 2,2% del área agrícola de los campos CREA encuestados no se pudo sembrar con ningún cultivo en el ciclo 2012/13.
Luego de estos inconvenientes en la implantación, en gran parte de las regiones agrícolas argentinas se registra, actualmente, una escasez de humedad que puede afectar los rendimientos de los cultivos sembrados más tarde, próximos a florecer.
Si bien los datos analizados corresponden exclusivamente a los productores CREA que respondieron a la encuesta, su dispersión geográfica hace pensar que los resultados pueden extrapolarse a la zona agrícola en general.
Jorge Vicario
[email protected]