La Comisión Europea determinó que todas las importaciones de biodiésel provenientes de Argentina e Indonesia hacia territorio de la UE deberán ser registradas en su aduana, al imponer nuevas trabas al ingreso de ese producto.
La decisión se enmarca dentro de la investigación antidumping que promueven las autoridades europeas, según informó ayer la cámara del sector, Carbio, al indicar que la medida rige con retroactividad al 30 de enero último.
Cobro de aranceles
Este registro habilitaría a la Comisión Europea a cobrar eventuales aranceles de exportación en forma retroactiva a los compradores de biodiésel de origen argentino o indonesio, medida que obstaculiza aún más las exportaciones de este producto originadas en la Argentina, denunció la entidad.
Frente a tal disposición, Carbio y sus miembros consideraron que en lo referido a importaciones originarias de Argentina esta medida “se basa en fundamentos erróneos por parte de los productores europeos, sobre que las importaciones presuntamente objeto de dumping, estarían aumentando”. Por el contrario, la entidad indicó que “las exportaciones hacia la Unión Europea han estado disminuyendo y no existe prueba alguna de que las mismas son objeto de dumping”.
Los productores europeos de biodiésel se encuentran afectados por un exceso crónico de capacidad productiva que incrementa sus costos.
La cadena productiva
En contraste, los productores argentinos basan su competitividad en su cadena productiva integrada, que combina el cultivo de materias primas, las operaciones de procesamiento y el transporte con niveles de eficiencia sin igual.
“Es por ello que el mercado europeo siempre ha ofrecido oportunidades a los productores argentinos, quienes participan en este mercado recurriendo a prácticas comerciales leales”, señaló Carbio.
La institución dijo que junto a sus miembros “continúan cooperando con las investigaciones anti-dumping y anti-subsidio, que permitirán probar que los alegatos de prácticas comerciales desleales carecen de fundamento alguno”.
Cortes
Advirtió que en un contexto marcado por la acentuada disminución de ventas de ese producto en el mercado externo, una solución parcial (técnicamente viable) para compensar tales pérdidas sería poner en práctica el aumento del corte obligatorio del gasoil con biodiésel al 10% en los vehículos en general.
De igual manera, se complementaría con la implementación de un corte del 20 por ciento en el transporte de carga pesada, agro y generación de energía eléctrica.
De esta forma, se seguiría contribuyendo a la independencia energética nacional (al reducir la dependencia del diésel importado) favoreciendo el cuidado del medio ambiente al reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
PUNTAL