Con la habitual soltura con la que se pueden analizar los temas fuera del país, analistas de Wall Street afirmaron que si el Gobierno no afloja el control cambiario y elude la cuestión de la inflación, no solucionará el problema del dólar ni reactivará la actividad económica.
Muy preocupados por el desenlace de la causa con los holdouts, los analistas de Nueva York creen que los errores oficiales en la cuestión cambiaria se tradujeron en una fuerte caída de la inversión, tal como lo refleja la retirada de la minera Vale. En varios informes conocidos ayer, a raíz de las medidas que tomó el Gobierno para redoblar el cepo sobre el “dólar turista”, que derivaron en un fuerte aumento de la brecha con el mercado oficial, se subrayó que la peor salida sería la de un desdoblamiento formal, dados los malos resultados que produjo esta experiencia en el pasado.
Vladimir Werning, del JP Morgan, escribió que el Gobierno se encuentra en una trampa sin salida: “Si se mantiene atado a fortalecer los controles de capital, los ingresos de divisas probablemente caigan más; pero si opta por revertir el camino y los afloja, retornará la fuerte salida de capital”. Al respecto, recordó que la fuga de capital pasó de US$ 21.500 millones en 2011 a US$ 3400 millones en 2012.
“Con la salida de capitales aparentemente domada por los controles, uno podría esperar que las autoridades tuvieran suficientes razones para celebrar. Sin embargo, en esta etapa se reducen los beneficios marginales de esta medida y aumentan en forma visible los costos por disuadir la oferta privada de dólares”, detalló Werning.
Un ejemplo nítido de esta pérdida de ventajas es la de la minera Vale, que refleja el perjuicio generado por las restricciones de facto a la repatriación de dividendos corporativos y por las “inconsistencias” para reducir la inflación, ya que aumenta los costos y desalienta a los privados a hundir capital en el país, según JP Morgan. Las alternativas que tiene el Gobierno (acelerar la tasa de devaluación, aumentar la tasa de interés o financiarse en el mercado) “le darían sólo un alivio temporal” si no se aborda en forma integral la cuestión inflacionaria, algo que, admite Werning, parece difícil con las elecciones de octubre tan cerca en el horizonte.
Alberto Bernal, del banco de inversión Bulltick, dijo a LA NACION que seguramente el Gobierno tratará de “forzar más la repatriación de exportaciones, reducir la emisión y depreciar el tipo de cambio más rápido. Y si todo eso no funciona, ahí viene el tipo de cambio múltiple”, que propone puertas adentro del Gobierno el viceministro de Economía, Axel Kicillof.
En esa sintonía, Alberto Ramos, de Goldman Sachs, opinó que tanto la idea del tipo de cambio múltiple como la de redoblar los controles actuales, tendrán consecuencias negativas en términos de nivel de actividad. “Ambas serán negativas por su falta de resultados positivos sobre el mediano plazo y porque no atienden la causa fundamental de la demanda de dólares, que es la alta inflación doméstica (25% anual), una tasa de cambio crecientemente sobrevaluada y un clima de negocios no amigable e intervencionista”, expresó.
La otra clave para desechar la idea del tipo de cambio múltiple es que los países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) no pueden tener sistemas de esta clase, recordó Werning.
Y si el Gobierno interviene en el mercado cambiario observando de reojo la continuidad de la causa contra los holdouts en Nueva York, los analistas privados lo imitan, con una mirada más pesimista si se confirma la obligación de pago a los bonistas. Un default, aseguran, generaría más presión sobre el tipo de cambio, huida de los depósitos del sector privado y más probabilidades de recesión.
Pero Credit Suisse dijo que hay una puerta abierta por la justicia de Estados Unidos que el Gobierno debería aprovechar al presentar un buen plan de pago el próximo viernes.
Las distintas patas de la estrategia oficial
Los criterios de acción acordados tras la cumbre de Olivos
La táctica para contener el blue
Un combo de ventas y aprietes
Del plan está a cargo el polifacético secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Consiste en asegurar que banqueros y cambistas amigos vuelquen al mercado informal billetes que salen de organismos públicos mientras se redoblan presiones sobre el resto de los operadores para tratar de marcarle un camino descendente a la cotización
21,1%
El papel del Banco Central
Depreciar el dólar oficial más rápido
Es la tasa de devaluación anualizada que tuvo en los últimos 30 días el peso frente al dólar en el mercado oficial. Ayer se afirmó esa tendencia cuando dejaron subir al mayorista de $ 5,1030 a 5,1130, precio al que vendieron unos US$ 20 millones en reservas para evitar que suba más
La presión sobre el dólar fuga
Una norma de la CNV, la clave
Dispuso que los Fondos Comunes de Inversión ya no podrán considerar sus tenencias en Cedears como activos locales. Esto los obliga a desinvertir o reubicar colocaciones por unos $ 800 millones hasta fin de abril, lo que implica colgarle un lastre al dólar que surge del arbitraje de ese tipo de activos para que no presione al paralelo.
Por Martín Kanenguiser | LA NACION