Especialistas evalúan el comportamiento que asumirá el Banco Central ante la mayor oferta estacional
Los “soja-dólares” jugarán un rol clave en los próximos meses, con lo que se pondrá a prueba la situación externa de la economía argentina, advirtieron distintos economistas.
“Las liquidaciones del complejo agroexportador juegan un rol clave, no sólo para verificar la fortaleza externa, sino también para evaluar el comportamiento que tomarán las autoridades del BCRA ante la mayor oferta estacional de la demanda de pesos y el diseño de política”, indicaron los especialistas de la consultora Econométrica / Quantum.
De acuerdo a un informe emitido horas atrás, “de no ser esterilizada la creación adicional de pesos, se pueden generar nuevas presiones” inflacionarias.
Números
“Si el BCRA comprase un neto de 3.000 millones de dólares en el segundo trimestre, y transfiriese 8,6 mil millones de pesos al Tesoro (comparado con 5,7 mil millones de pesos en el segundo trimestre de 2012), sin otra absorción, la base monetaria para fin de junio 2013 habría aumentado en un 34 por ciento interanual”, advirtieron.
En la consultora que encabezan Daniel Marx y Mario Brodersohn señalaron que “en los últimos días el dólar contado con liqui y el paralelo volvieron a tomar impulso”.
“Hace tan sólo diez días, tanto el dólar implícito en títulos como el blue cotizaban a 8,41 pesos. Hoy, el primero ronda los 9 pesos y el segundo se ubica en 8,66, una suba de 7% y 3% respectivamente”, indicaron.
Agregaron que “estos movimientos se dan en un contexto de una leve moderación de la expansión monetaria” ya que el Banco Central pasó de un “40 por ciento anual en diciembre al 37 por ciento en marzo último”.
“Sumada a una suave desaceleración del crédito privado que pasó del 45 al 40%, esta combinación marca una desaceleración marginal en la demanda de dinero que corre el peligro de inducir un comportamiento contagioso y que resulte en marcados deterioros en el valor del peso”, señaló. También “habría que computar un panorama del sector externo más deteriorado respecto a previsiones anteriores”.
“Se explican por la baja en las proyecciones de la cosecha de soja -pasaron de 55 a 48 millones de toneladas (-14 por ciento) comparando con lo proyectado a principios del año-, bajas de precio (-5 por ciento en el mismo período) y menor actividad esperada en Brasil (ahora estimado por debajo del 3 por ciento)”, se indicó.
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