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Temor por un endurecimiento de la presión a la venta de soja

Etchevere

El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Etchevere, rechazó el ataque a los silos bolsa de un productor bonaerense. «Con este Gobierno ya no creemos más en las coincidencias», afirmó
Un productor de la localidad bonaerense de 9 de Julio que maneja una planta de silo-bolsas sufrió el tajeado en ocho bolsones de plástico que almacenan 240 toneladas de soja cada uno, lo cual fue repudiado desde la Socie-dad Rural Argentina.
El damnificado es Walter Paganti, quien fue sorprendido por la realización de entre 30 y 40 tajos con elementos cortantes en ocho de los 19 silos acopiados con soja.
En medios cercanos al hecho no descartaban que se tratara del inicio de amenazas para obligar a vender la soja, ya que la mercadería se deteriora al abrirse el silo sino se vende el grano inmediatamente.
En declaraciones radiales, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere, se refirió al hecho delictivo y analizó que «con este gobierno estamos acostumbrados a no creer en las coincidencias».
«Si miramos para atrás vemos que hay señales muy fuertes y que ésta podría ser otra en la misma línea del intento de confiscación del predio de la Sociedad Rural en Palermo o la quita del formulario 1116 a Federación Agraria Argentina», dijo.
También señaló «el apriete por parte de la Afip a productores agropecuarios para que vendan la cosecha vieja a quienes conservaban algo, el Proyecto X que mostraba que se habrían realizado escuchas telefónicas a dirigentes ruralistas y de la Mesa de Enlace, y la amenaza, que nadie desmintió, de aplicar la ley antiterrorista a quienes no vendan soja».
El presidente de la SRA dijo: «Si-tuamos estos ataques en esa línea; se trata de una señal que nos hace estar alerta y reafirmar que el productor agropecuario va a vender su cosecha, el producto de su propio esfuerzo, de su riesgo, cuando más lo crea conveniente y no cuando el gobierno presione para que lo hagamos».
Etchevehere afirmó: «Quien arriesgó, invirtió y cosechó tiene la responsabilidad de mantener el valor de su esfuerzo en una economía en la que se prevé una inflación de alrededor del 30 por ciento».
«En los últimos cinco años tenemos, además, inflación en dólares de nuestros insumos, y lo único que puede, más o menos, resguardarnos de esa inflación es aquello que producimos», indicó.
Señaló que «ante el descalabro que hay en la economía, el productor sabe que una tonelada de soja le alcanza para tanto de fumigación, herbicida, fertilizante».
«Vender toda la cosecha al momento de la cosecha y ver como esos pesos obtenidos se devalúan a lo largo del año es suicida», sentenció.
Luego el ruralista analizó que «está comprobado el fracaso de la política de subsidios, precios máximos, prohibición para exportar e intervención de los mercados».
«Las consecuencias las estamos viviendo ahora, y son nefastas para los productores, para los consumidores y para el país en general que no está aprovechando los mercados internacionales. Lamentablemente, nadie gana con esta política y menos el país», manifestó.

Sin conflictos

En declaraciones realizadas al diario La Nación, el productor afectado sostuvo que no tiene conflictos ni con empleados ni con centros de transportistas de cereales como para sospechar de algo que haya provocado ese ataque. Tampoco recibió amenazas previas. En rigor, quienes cometieron el hecho no destruyeron ni robaron ninguna otra cosa del lugar, donde hay una oficina y camiones para el transporte de granos. «No robaron nada en la oficina ni en los camiones», señaló.
Quienes rompieron los silos bolsas saltaron un alambrado de dos metros y fueron directo a la soja guardada. Paganti todavía no tiene vendida su producción.
«No sabemos si es un hecho aislado o algo más complejo por la soja», indicó Pagani, quien antes de hablar con el periodismo había expresado por Twitter que esperaba que el hecho no fuera una «persecución por no vender la soja».
El productor hizo la denuncia ante la comisaría local y avisó a otros productores de la región para que estén alertas. «Ojalá que sea aislado y esto no empiece como en 2008 (el año del conflicto con el Gobierno por las retenciones móviles de la resolución 125), cuando cortaban las bolsas», dijo.
El hecho causó una gran alarma entre los productores de 9 de Julio, cuya Sociedad Rural salió ayer a reclamar mayor seguridad y advirtió que si se trata de una «señal» para que se venda la soja nueva, esto sólo será decidido libremente por quienes hicieron el esfuerzo de producir esos granos.

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