La Rural consideró que el funcionario “está protagonizando el mayor papelón en la historia de la producción”; para CRA será el “peor ministro de Agricultura” que hubo en el país.
El Gobierno y el campo volvieron a cruzar ayer filosas críticas por el último paro de hacienda y granos que finalizó el miércoles pasado.
Desde el oficialismo, en diálogo con la agencia Télam, el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, calificó la medida de fuerza como “un fracaso”.
“Sólo se notó en Liniers [por el Mercado de Hacienda], que no tuvo operaciones los tres días hábiles de la semana”, señaló el funcionario.
El ministro repitió otra estrategia que había ensayado durante la protesta del agro: catalogar el paro como político y desacreditar a la Comisión de Enlace del sector. Para Yauhar, esa agrupación es “un sello político que tiene un doble discurso”. Y añadió: “Espero que desde algún partido digan ahora lo que realmente quieren, una devaluación del peso en beneficio propio a costa de la caída del salario real de los trabajadores”.
Yauhar acusa a los dirigentes rurales de hacer política, pero él mismo será candidato a diputado nacional por el kirchnerismo en Chubut. Desde su cargo vino realizando en el último año y medio una millonaria entrega de fondos para proyectos en esa provincia.
En el ruralismo las declaraciones de Yauhar no cayeron bien. Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), le contestó. “Está queriendo desviar la atención. Con sólo 38 cabezas en Liniers y 90 por ciento menos de granos en los puertos [la medida de fuerza] habla del alcance del paro por sí mismo”, dijo.
Etchevehere consideró que Yauhar “está protagonizando el mayor papelón en la historia de la producción argentina”.
El ruralista precisó esa declaración: “Estamos con 125 frigoríficos cerrados, 12.600 trabajadores de la carne en la calle, perdimos 12 millones de cabezas, el año pasado tuvimos la peor siembra de trigo en 111 años y ordeñamos la misma cantidad de leche que en 1999, pero con 7000 tambos menos, y tenemos todas las actividades productivas de la Argentina comprometidas por la falta de competitividad”.
Rubén Ferrero, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), también le respondió a Yauhar y subrayó que el paro “mostró una fuerte adhesión de todos los productores del país”.
“Cuando analicemos los números productivos de la Argentina en los últimos años y las posibilidades que perdió el país, no tengo ninguna duda que este ministro quedará como el peor ministro de la historia de la agricultura en la Argentina”, indicó Ferrero.
El presidente de CRA se quejó de que el funcionario “no toma ninguna resolución” sobre los problemas del sector.
“El ministro sabe que le acercamos muchísimas propuestas, las que no aceptó en ningún momento. No llamó a ninguna negociación para solucionar los problemas”, afirmó.
La próxima semana, probablemente el miércoles, la Comisión de Enlace analizará nuevas protestas. “No descartamos ninguna acción gremial. Vamos a determinar los pasos a seguir”, advirtió Etchevehere. En el interior, las bases están pidiendo medidas de fuerza más prolongadas. Y no se conforman sólo con una reunión con las autoridades, sino con soluciones concretas.
“No deja vivir al campo”
Para el presidente de la Rural, “el Gobierno vive del campo pero no lo deja vivir al campo”.
Etchevehere remarcó: “Este gobierno se llama nacional y popular, pero al final, una vez por año, depende del resultado de la cosecha del campo”.
“El Gobierno es de neto corte conservador, ya que vive anclado en el pasado, mira para atrás, mientras el campo es el sector más progresista que tiene la Argentina, porque mira el futuro”, concluyó el dirigente.
SIN PUNTOS DE CONTACTO
Norberto Yauhar / Ministro de Agricultura
Para el funcionario, que calificó de “un sello político” a la Comisión de Enlace, la medida de fuerza fue un “fracaso” ya que, según opinó, “sólo se notó en Liniers [por ese mercado concentrador de hacienda vacuna]”.
90%
Menos granos
Se registró en los puertos durante el paro convocado por la dirigencia agropecuaria.
Por Fernando Bertello | LA NACION