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Los toros de la Rural también son una defensa contra la inflación

Además de la calidad de los ejemplares, hubo más interés de las cabañas y los centros de genética para invertir en reproductores que en 2012; la exposición termina hoy.

En una sala de ventas con una importante asistencia de compradores, la raza Angus hizo ayer su remate de machos y hembras tras la jura de sus animales la semana pasada.

De esta manera, con la subasta de ayer, la Exposición Rural de Palermo, que finaliza hoy, completó los remates de las principales razas de carne , club que integran Angus, Hereford, Brangus y Braford.

“Fue un excelente remate, con compradores muy exigentes y con mucho interés, sobre todo por los toros muy buenos”, señaló Gervasio Sáenz Valiente, rematador ayer junto con su hermano, Fernando, por la firma Sáenz Valiente, Bullrich y Cía SA.

En machos, el precio más alto fue para el box 170, un 1er. premio-Reservado Campeón de la firma Terragarba, comprado por Genética Global, Agrociam, La Rubeta y Ojea Rullán Genética, quienes pagaron $ 170.000 por el 50 por ciento del animal.

“Es un toro funcional, muy productivo, con mucha calidad racial. Creemos que va a ser un toro muy importante para la raza”, subrayó Carlos Ojea Rullán, integrante del grupo comprador.

En tanto, el promedio de la venta de 41 toros de Angus marcó 44.341,46 pesos.

Por el lado de las hembras, el precio más alto lo marcó el box 299, 2° premio y Reservado Campeón Hembra en su categoría, del expositor Lucas Lagrange, adquirida en $ 120.000 por la empresa Don Benjamín. El promedio de 8 hembras fue $ 31.750.

En general, respecto del año pasado se observó una recuperación de los precios de los reproductores, pese al actual contexto de pérdida de rentabilidad de la ganadería, que en el caso de los animales con destino a faena tienen valores estancados desde hace dos años.

Si se observa lo sucedido con Angus y Hereford, en el caso de los machos hubo una mejora del 50% en los promedios. Vale recordar, no obstante, que es un dato que suele estar influido por si salen a la venta o los grandes campeones y la calidad de los animales.

Angus hizo $ 28.851,06 el año pasado con 47 toros. Ahora, marcó con 41 animales los $ 44.341,46 que representan en machos una suba del 53% respecto de 2012. Para Hereford, que el año pasado hizo un promedio de $ 31.473,68 con 19 toros, este año su promedio de machos fue 46.812 pesos, 48% más que en 2012.

Las razones que ayer circulaban para explicar esta situación a pesar de la crisis de la actividad son variadas. Y van desde la alta calidad de los animales expuestos hasta la inversión en reproductores como refugio de valor y la necesidad de defenderse de la inflación.

Otro motivo que se escuchó es que algunos centros de inseminación, habituales compradores importantes en Palermo, afrontan dificultades para importar semen (pese a que para carne sólo se importa 10% del semen) y por eso ponen más foco sobre el mercado interno.

A esto se suma una demanda de compradores de países vecinos que se hace sentir en razas como Brangus, que se destaca en el Norte. “Ocurre lo mismo que con las ventas de automotores: la genética se valora como un refugio de mediano plazo contra la inflación, y los compradores visualizan a la raza [Brangus] como una de las que tienen mayor potencial de crecimiento, en especial cuando vuelvan a aplicarse políticas racionales para el sector. Otro condimento es Paraguay, cuyas exportaciones de carne superan a las nuestras, y donde el Brangus se constituye en la mejor opción para mejorar la calidad y consistencia de sus carnes”, dijo Martín García Fernández, vicepresidente primero de la Asociación Argentina de Brangus.

En Brangus, en la edición 2013 de Palermo el promedio de los machos fue 72% más alto que el promedio de 2012 ($ 161.500 versus $ 94.000).

Por el lado de la raza Braford, el año pasado cuatro machos marcaron un promedio de $ 57.500, mientras que en Palermo 2013 el promedio de 14 machos quedó en $ 91.143.

Al margen de los valores en la exposición, cuando se generalicen las ventas en las cabañas del interior se podrá observar si en esos lugares, donde son compradores los productores que sufren la crisis de la actividad, hay también una recuperación de los precios.

Por Fernando Bertello – La Nación