El dato genera más interrogantes sobre la rentabilidad de la oleaginosa. Se anticipa un año con mayor producción mundial.
Después de una década en la que aún con el 35 por ciento de retenciones la ecuación de la soja siguió arrojando importantes saldos positivos, en las últimas campañas la situación comenzó a virar. Especialmente este nuevo ciclo que comenzará el próximo mes plantea interrogantes sobre la ecuación económica de la oleaginosa, especialmente en los campos arrendados. Por eso un dato aportado por la Bolsa de Cereales de la provincia de que el 40 por ciento de la soja se sembrará en campos alquilados no pasó desapercibido.
Las proyecciones anticipan que la producción mundial crecerá aún teniendo en cuenta el último reporte del Usda que anticipó la semana pasada un leve recorte para el stock internacional. Esto, como se sabe, termina impactando en los precios por la directa relación con la oferta. Si a ese horizonte se le agrega la suba de costos, la ecuación empieza a estrangularse y la rentabilidad a desdibujarse.
Como marcador se puede destacar que el rinde de indiferencia, aquel que le permite al productor no perder dinero, pero tampoco ganar, en un campo arrendado será de 25 quintales promedio en la provincia.
“El panorama para la próxima campaña es muy diferente al del ciclo 2012/2013, principalmente por la caída en el precio a cosecha de la oleaginosa que alcanza los US$ 55 por tonelada, lo cual obliga a los productores a realizar números más finos a la hora de decidir qué cultivo estival sembrar. A su vez, los costos de producción son mayores, aunque en menor magnitud a la disminución en el precio”, señaló en un informe la Bolsa.
Para el departamento Río Cuarto, el estudio anticipa una caída en el margen bruto por hectárea para la próxima campaña de 149 dólares como resultado de los cambios en la ecuación para un campo propio. Allí, la rentabilidad neta alcanzaría los 59 dólares.
Si en cambio se analiza la situación de quienes alquilan para sembrar soja, la situación es más delicada. En estos campos, “puede observarse que ahora el costo del arrendamiento en dólares es menor, debido a que el precio de la oleaginosa es más bajo. Mientras que en quintales el arrendamiento es un 9,4% menor, en dólares representa una variación negativa del 25%. La caída en el costo de arrendamiento, no compensaría la disminución del precio del poroto de soja y el incremento de los costos. De esta manera, los márgenes brutos descontando el arrendamiento arrojan resultados negativos para todos los departamentos de la provincia”, remarcó la Bolsa de Cereales.
Puntualmente el margen bruto en campo alquilado caerá unos 103 dólares esta próxima campaña en Río Cuarto, siendo el rinde de indiferencia de 23 quintales. En las últimas cinco campañas el promedio cosechado fue de 21 quintales.
De este modo, el más rentable de los cultivos empieza a mostrar dificultades, especialmente en aquellos lotes alquilados que ya cubren el 40% de la superficie total sembrada.
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