Mientras la devaluación parece aliviar los números de la exportación, las ventas de carne argentina al exterior crecieron un seis por ciento en siete meses. El mismo crecimiento se observa en los países del Mercosur
La exportación sigue sufriendo las retenciones (15 por ciento) y la “barata”, que en la práctica en el caso de los mercados de precio medio equivale a una retención del 10 por ciento adicional; pero a medida que se acelera la devaluación (30% equivalente anual en agosto) paga cada vez menos en dólares el novillo. Un importante industrial reconoció hace unos días en un seminario que el departamento de compra de hacienda de su empresa le había comunicado que estaba pagando el novillo pesado tipo exportación un 10 por ciento menos en dólares oficiales que hace un año.
Si bien la hacienda en la Argentina está todavía entre 15 y 20 por ciento más cara que en Brasil, Paraguay o Australia, a medida que la devaluación se acelera y el precio del novillo sigue estancado, las pérdidas operativas de la exportación se reducen.
Sin embargo, debe destacarse que tanto el costo de la mano de obra, como el costo de la energía que se utilizan han seguido valorizándose en dólares en los años recientes.
Paradoja
En estas últimas semanas, el mercado internacional de la carne vacuna ofrece para la Argentina señales contradictorias.
Por un lado, en lo que va del año Brasil ha devaluado más de un 20 por ciento (también lo han hecho, aunque en menor medida, Uruguay y Australia), lo que ha abaratado el precio local del novillo y le ha permitido bajar sensiblemente sus valores FOB. Pero por el otro lado, la demanda internacional, especialmente para los países del Mercosur, se presenta extraordinariamente firme.
Entre enero y julio, Uruguay aumentó sus embarques un dos por ciento; Paraguay, 30 por ciento; Brasil, 27 por ciento; hasta Argentina parece salir del pozo, con exportaciones que en los primeros siete meses del año crecieron seis por ciento.
Un factor que explica la firmeza de la demanda internacional es la explosiva irrupción de China a partir de fines del año pasado, comprando volúmenes enormes y multiplicando sus importaciones cuatro o cinco veces en un período de pocos meses.
El dato
Mercados que demandan
En los primeros siete meses del año (enero a julio), China compró 152.201 toneladas (peso producto) de carne vacuna por valor de 658 millones de dólares y Hong Kong compró 218.402 toneladas por valor de 959 millones de dólares. Entre ambos mercados han adquirido 190 por ciento más (en dólares) que el año pasado y un 270 por ciento más que en enero-julio del 2011.
Un factor que explica la firmeza de la demanda internacional es la explosiva irrupción de China a partir de fines del año pasado, comprando volúmenes enormes y multiplicando sus importaciones cuatro o cinco veces en un período de pocos meses
La chinada
Se presume también que gran parte de las voluminosas compras de Vietnam terminan en China. Puede calcularse que este año lo que se ha llamado la “gran China” (China, Hong Kong, Vietnam) adquirirá unos 1,4 millón de toneladas (res con hueso), por valor de 4.100 millones de dólares. Esta irrupción de China en el mercado internacional se da mientras todos los otros mercados importadores están muy firmes, lo que hace pensar que el comercio mundial de carnes experimentará este año un aumento en su volumen mayor al calculado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) en abril último.
EL LITORAL