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Conservación de suelos: el desafío de crear conciencia

Los integrantes de la cadena de valor agrícola dieron un importante paso hacia la búsqueda de consensos para promover la rotación de cultivos y la reposición de nutrientes. Coinciden en el protagonismo de los dueños de los establecimientos
Si algo se logró en la reunión sobre conservación de suelos realizada el miércoles por la noche en la Sociedad Rural de Río Cuarto, es la coincidencia en que la prioridad es la preservación del recurso y que la erosión y las voladuras de campos no son sólo consecuencia de la siembra de maní, sino que mucho tienen que ver la soja y hasta el maíz mal manejado o la ganadería intensiva, que también puede ser extractiva.
Para Miguel Sobrero, de la Sociedad Rural de Adelia María (entidad convocante junto a los dueños de casa) el saldo del encuentro fue “altamente positivo”, porque se pudo conformar un grupo en el que estarán representados la producción con los profesionales y la industria. “No es trivial que se sienten a trabajar codo a codo para acordar un marco de trabajo que luego deberá ser formalizado por el Gobierno”, afirmó, para añadir que también es importante hacer una autocrítica “porque somos los productores, que en muchos casos no estamos haciendo las cosas bien”.
“Tenemos que focalizar nuestras acciones en el dueño de campos, porque es el único que está todos los años, es siempre el mismo. El arrendatario es un ave de paso y el profesional puede estar o no al año siguiente. Esto tiene que funcionar como corresponde y el dueño del campo debe asumir su responsabilidad absoluta en el manejo del suelo”, puntualizó, para añadir que es cierto que hay condicionantes económicos, pero en algún momento debe tomar conciencia de que está perjudicando a quienes lo sucederán en el manejo de la tierra.
Este punto de reflexión sobre la verdadera propiedad de la tierra, que no debe ser considerada como de los productores sino de las generaciones futuras, fue abordado en varios momentos del encuentro.
Se aclaró, justo es decirlo, que la difícil situación por la que atraviesa el sector, con problemas de falta de competitividad ocasionados por la falta de una política oficial y por la intervención de los mercados, hace que muy pocas actividades tengan una rentabilidad que justifique el alquiler de un campo. Y la soja y el maní son los cultivos que aparecen como más tentadores. El dinero es, entonces, uno de los causales de esa suerte de desaprensión en la que caen los propietarios al momento de arrendar sus establecimientos sin fijar condiciones de sustentabilidad.

 

Opiniones

 

“La verdad es que nosotros avalamos el 90% de lo que se dijo en esta reunión porque el sur del departamento General Roca está muy afectado por las voladuras de campos”, dijo al respecto el presidente de la Sociedad Rural de Huinca Renancó, Patricio Melián, al tiempo que expresó su coincidencia con la necesidad de hacer un “mea culpa” como productores y tomar decisiones sobre las prácticas que se usan en la agricultura, en la falta de rotaciones o en los pastoreos intensivos que también tienen que ver mucho con las voladuras de campos.
“En esto hay que ser muy claro, porque es el productor ganadero es quien decide dónde echa la vaca a comer. Pero la ganadería bien hecha es una de las técnicas que en el sur sur de la provincia debería entrar si o si en la rotación. Estamos en el límite de la zona agrícola y creemos que la rotación de pasturas es una herramienta para la contención de las voladuras porque dan cobertura y generan algo de estructura en el suelo. Claro que también debería contemplarse una fertilización con fósforo, porque son un poco extractivas en ese sentido. Si esto saliera de la comisión creada, sería muy importante”, dijo Melián.
A su juicio, lo más importante es tomar conciencia del problema, que es precisamente uno de los ejes de trabajo de su institución, con el objetivo de promover las buenas prácticas agrícolas. “Vamos a apoyar para darle sentido a esta movida”, enfatizó el directivo huinquense.
También el ingeniero José Marce-lino (INTA Río Cuarto) puso el acento en el propietario de la tierra, que –más allá de la participación ruralista- fue el gran ausente en la reunión del miércoles. “Acá hubo mucha gente que realmente hace más de un 70% de cobertura luego de cosechado el maní, pero creo que hay que poner el foco en el dueño de la tierra que no tiene ningún interés en resignar parte del alquiler para cuidar de la tierra, que es un bien social”, puntualizó, para destacar lo exitoso del encuentro realizado en la Rural, por la distribución geográfica de la gente.
Destacó el profesional el nivel de concientización de los asistentes, como así también la importancia socio-económica del maní, para mencionar que se trata de un cultivo donde se emplea la “tecnología más avanzada a nivel mundial en lo que es procesamiento y logística de exportación”. El punto es, señaló, lograr la conciencia necesaria entre los productores para que esa tecnología “no se nos vaya por la borda por el deterioro del ambiente. Esto es despertar la conciencia social y educar tanto al que trabaja la tierra cuanto a al propietario del campo”.
Desde el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia de Córdoba, su tesorero, Daniel Cavalín, expresó su satisfacción porque “se empiece a hablar en serio de la producción sustentable y el cuidado del principal recurso que tenemos, que es el suelo”.
“Cada sector tiene su postura sobre lo que hay que hacer para mejorar la situación y aquí lo ha puesto sobre la mesa. Lo importante es dejar de lado intereses sectoriales para cuidar un recurso que en realidad no es nuestro sino de nuestros herederos, que es el suelo. Logrados algunos acuerdos sobre algunos lineamientos generales, después hay que tratar de que el Ministerio los incorpore en alguna resolución a las que da lugar la Ley de Suelos de la provincia”, afirmó, dando luz al aspecto regulatorio que los productores pretenden darle al problema del uso de los suelos.
Queda por ver, en todo caso, si los productores pueden tener alguna injerencia en los controles de las prácticas agrícolas que se pongan en marcha, tal como ocurre con el programa de lucha contra la aftosa. Este fue un tema que varios productores “tiraron sobre la mesa” en el marco de la reunión, sin lograr un pronunciamiento definitivo de la reunión, ya que desde la industria se pidió actuar con cautela al momento de regular. “No sea que el tema se nos vaya de las manos y algunos caigan en el fundamentalismo que se observa hoy en el tema de los agroquímicos”, advirtieron.

Jorge Vicario
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