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La Argentina y Brasil cierran acuerdos para buscar nuevos mercados y agilizar el comercio

Se firmó un convenio para abaratar los costos y acortar los plazos de los trámites de las exportaciones; Japón, Canadá y Corea del Sur, en la mira
La Argentina y Brasil avanzaron ayer en una ambiciosa negociación tendiente a agilizar el comercio bilateral, facilitar el intercambio de mercaderías y buscar conjuntamente en el marco del Mercosur nuevos mercados internacionales.
En una nueva ronda de reuniones que ayer mantuvieron en Buenos Aires el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el ministro de Industria, Comercio Exterior y Servicios de Brasil, Marcos Pereira, junto con el secretario de Comercio, Miguel Braun, se definió impulsar un acuerdo de facilitación del comercio, que en la práctica implicará bajar los costos logísticos, con un beneficio directo a las pymes.
“Brasil y la Argentina buscan abaratar costos para las pymes, aumentar el caudal del comercio y agilizar trámites que antes tardaban varios días”, dijo a LA NACION un destacado funcionario que formó parte de la reunión con la delegación brasileña.
El acuerdo de facilitación de comercio que ambos países firmaron ayer apunta a bajar un 35% el costo para los certificados de origen y reducir los tiempos en los trámites, para mejorar tanto el comercio bilateral, como para poder salir a buscar juntos terceros mercados.
“Los acuerdos de certificación digital y trilateral, con la participación del Banco Interamericano, van a reducir los costos de las exportaciones y nos darán mas agilidad a las exportaciones”, dijo Pereira a la prensa tras la reunión con Cabrera y Braun.
Así, se prevé que con la certificación de origen digital, el costo de emisión para el exportador se reducirá un 35% y los plazos de aprobación se van a disminuir a 30 minutos, de los casi tres días como máximo que podían demorar actualmente.
Desde el Ministerio de Producción destacaron que la simplificación de trámites es un trabajo fuerte de mediano plazo, como la ventanilla única de comercio exterior, que “va a aportar una mejora estructural a las pymes argentinas que tienen un gran potencial para comerciar con la región y el mundo”.
Por otra parte, Cabrera destacó la necesidad de que la Argentina y Brasil “vayan juntos a buscar terceros mercados” y puso al sector automotor como ejemplo de uno de los rubros en los que se puede dar esta integración productiva y comercial en pos de nuevas plazas.
La intención de la administración interina de Brasil, conducida por Michel Temer, y el presidente Mauricio Macri es que ambos países salgan a negociar por nuevos mercados. Por lo pronto se avanza en las negociaciones del Mercosur por un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y con Canadá. También estarán en la mira mercados como los de Japón, Corea del Sur y la Unión Aduanera de África Austral. A la vez, se avanzó en un compromiso para lograr, en el futuro, un acuerdo de inversiones y compras públicas intra Mercosur.
Desde el Gobierno se aclaró que la decisión de Brasil y la Argentina de salir a buscar nuevos mercados se hará siempre en el marco del Mercosur y no por afuera de este bloque. Ayer, en la charla que mantuvieron los ministros y secretarios de Comercio de la Comisión Bilateral de Producción se dialogó también de la crisis que atraviesa el Mercosur por la decisión unilateral de Venezuela de asumir la presidencia pro témpore del bloque.
“Es un tema que nos excede y que está en manos de la Cancillería y del Presidente pero sabemos que esa crisis puede entorpecer las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea”, admitió a LA NACION un destacado funcionario del Gobierno. De hecho, en octubre próximo los representantes del Mercosur se deben reunir en Bruselas para avanzar en las negociaciones por un acuerdo de libre comercio.
En la reunión bilateral de ayer no faltaron los reclamos de ambos lados. Los delegados de Brasil se quejaron por las trabas en el comercio en el campo textil y la Argentina volvió a alertar sobre los problemas comerciales en el sector agrícola y de electriodomésticos. No obstante, según dijeron varios interlocutores, hubo un clima de buena sintonía.
La diplomacia de Brasil es un poco más reacia de los avances en las negociaciones con la Argentina y de los cambios que puedan darse entre ambos países en medio de la crisis política que vive Brasil tras la salida temporal de Dilma Rousseff del poder.

LA NACIÓN