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Un vacío legal impide controlar la manga de langostas en Córdoba

 

El Senasa quiere que se controle su explosivo crecimiento, pero los productores no pueden hacer nada porque no hay insecticidas autorizados para su aplicación. Piden una autorización especial para el Cinturón Verde y la zona rural

La plaga ya se asentó en Río Cuarto y sus campos aledaños, pero los productores cordobeses no pueden controlarla porque no hay productos específicamente autorizados contra langosta. En otras provincias se están aplicando piretroides habilitados por el Senasa para el control de tucuras.

Ante esta situación, las entidades vinculadas con el sector agropecuario, y funcionarios del Senasa y del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, elaboraron este miércoles una nota pidiendo a las autoridades una autorización excepcional para que los productores puedan hacer aplicaciones con insecticidas registrados para otras plagas.

Por este motivo, el miércoles por la noche se realizó una reunión en la Sociedad Rural de Río Cuarto, donde funcionarios del Senasa explicaron los alcances de la emergencia establecida esta semana y la manera de hacer un control más efectivo, teniendo en cuenta que en este momento la plaga se asentó en la zona y que buena parte de su población está en etapa reproductiva. No obstante, se observan ya algunas ninfas –más fáciles de controlar- y adultos que, como tienen capacidad para volar hasta 150 km, son más complicados.

La presentación estuvo a cargo del ingeniero agrónomo Héctor Medina, director del Plan Nacional de Acrididos del Senasa, quien explicó que los ataques de langostas, que tienen a Río Cuarto como punto más austral, se registran en 10 provincias y que cubren una superficie de 9 millones de hectáreas, y que la situación es muy compleja porque el clima no ayuda. “Normalmente, las langostas tienen dos ciclos reproductivos anuales entre octubre y mayo, pero cuando los inviernos son benignos y con lluvias, como en este año, pueden tener tres ciclos”, afirmó, para añadir que el crecimiento de la población es exponencial: “Si hoy tenemos 100 ejemplares, en diciembre tendremos 10 mil y en abril, 100 mil”, enfatizó.

Dijo además que la mayoría de la población asentada en Río Cuarto está en la etapa reproductiva, por lo que se quedará en la zona, y que cuando estén en el estadío de ninfas serán más vulnerables al control químico, porque aún no pueden volar. “De adultos es más difícil de controlar. Hay que hacerlo cuando la manga está asentada”, puntualizó el especialista.

Destacó el ingeniero Medina que el Senasa decretó el estado de emergencia fitosanitaria y que en la resolución de esta semana se establece que el productor es el responsable de controlar a la plaga para bajar el nivel poblacional. “Hay que controlar todos los focos que se detecten, para lo cual, el productor debe hacer un monitoreo sistemático y continuo”, afirmó, para puntualizar: Hay que monitorear, denunciar focos y controlar.

Se recordó que en caso de detectar la presencia de langosta es obligatorio denunciarla al 0800-999-2386, enviando un correo electrónico a [email protected] o a través de la aplicación móvil “Alertas Senasa”.

 

Sin soluciones

 

Al término de la disertación de Medina se produjo un intercambio con los productores y profesionales presentes, debido a la imposibilidad de hacer aplicaciones porque la ley de agroquímicos de Córdoba prohíbe hacerlas sin la receta fitosanitaria. “Al no haber un producto registrado para langostas, el profesional no puede recetarlo”, dijo al respecto el ingeniero Daniel Igarzábal, reconocido especialista en el tema, quien dijo que tampoco se pueden hacer recomendaciones al respecto, porque se estaría cometiendo una irregularidad.

En tal sentido, la ingeniera Cecilia Márquez, responsable de la agencia zonal del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia, dijo que se están evaluando los daños que está ocasionando la langosta, sobre todo en el Cinturón Verde, para analizar después algún tipo de ayuda oficial para los horticultores, tal como se hizo con la emergencia por granizo.

Aclaró, al mismo tiempo, que con la nota elevada al Senasa y al Ministerio provincial, se espera agilizar los trámites para que desde el ámbito nacional se habilite temporariamente la utilización de algún tucuricida para su utilización en huertas y en cultivos de maíz, que son los más afectados en este momento.

“Esa habilitación es competencia del Senasa –enfatizó- desde el Ministerio sólo podemos acompañar en esta gestión y también asesorar a los productores en caso de que se puedan hacer controles”.

Por su parte, el ingeniero Eduardo Zacchi, secretario de la Sociedad Rural de Río Cuarto, dijo que se está requiriendo una respuesta urgente al pedido de habilitación de algún producto autorizado para tucuras, ya que ninguna empresa ha registrado productos para el control específico de la langosta. “Necesitamos una resolución temporaria que nos permita aplicar pronto porque la plaga nos va ganando 10 a 1 por su velocidad de crecimiento”, indicó, para añadir que los piretroides habilitados contra tucura podrían aplicarse muy bien en la zona y, sobre todo, en el Cinturón Verde, porque tienen un período de carencia relativamente corto, que es de tres días.

Y advirtió que tanto el INTA cuanto algunas universidades deberían realizar estudios de control de la plaga, a fin de determinar qué tipo de productos podrían utilizarse y con qué dosis, generando información útil para la toma de decisiones por parte del Senasa.

 

Un problema complejo

 

El ingeniero Héctor Medina manifestó que en los últimos días han verificado los daños en el cinturón hortícola riocuartense. “Estamos viendo cómo se pueden mitigar esos daños y controlar la población de langostas, pero para esto debemos tener en cuenta la ley de agroquímicos de la provincia. Eso hace que el control se torne más complejo porque hay que tener en cuenta distancias al ejido urbano y tipo de productos utilizados, problemas que tenemos que resolver con la provincia y con los productores en particular”, afirmó, en diálogo con “Valor Agregado”, el programa agropecuario de Radio Río Cuarto.

Reconoció, en este sentido, que si bien el Senasa emitió esta semana una resolución en donde se establece que la responsabilidad del control es del productor, éste se ve limitado a veces-particularmente en la provincia de Córdoba- por las restricciones que impone la ley de agroquímicos.

“Lo que se está haciendo en este momento es establecer planes de acción en cada provincia, donde quedan establecidos cuáles son las responsabilidades del Estado nacional –léase Senasa-, las provincias y los productores. Estos deben monitorear sus establecimientos, denunciar la aparición de focos y, en lo posible, controlar la plaga. El plan con Córdoba aún no ha sido firmado”, puntualizó.

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