Si bien el Gobierno no anunció cifras, el aumento rondaría el 38 por ciento. El presidente de la Rural de Río Cuarto, Javier Rotondo, cuestionó la creciente presión tributaria nacional y provincial
Los integrantes de la Mesa de Enlace agropecuaria se llevaron pocas precisiones de la reunión que mantuvieron con los funcionarios provinciales y se mostraron desilusionados por la intención de aumentar el Impuesto Inmobiliario Rural en aproximadamente el 38 por ciento promedio, aunque podría llegar al 50% en campos de mayor superficie.
El gobernador Juan Schiaretti dará a conocer el lunes la pauta presupuestaria. Si bien hay un buen diálogo entre la Provincia y las entidades agropecuarias, ya se adelantó el “absoluto rechazo” del campo a aumentos significativos en el Inmobiliario Rural.
En ese contexto, el presidente de la Sociedad Rural de Río Cuarto, Javier Rotondo, dialogó con TRANQUERA ABIERTA y dijo que “por un efecto dominó y pacto fiscal de por medio, tenemos una situación compleja con el Gobierno de la Provincia en cuanto al Inmobiliario Rural”.
“El miércoles tuvimos una reunión con los ministros de Agricultura y Finanzas y es un gobierno que dialoga, pero la sensación que nos llevamos es que termina siendo un ‘impuesto’, como lo dice la palabra, porque no hay margen posible de negociación y es sólo escuchar números”, puntualizó.
Rotondo aseguró que “lo vamos a rechazar de plano y seguramente en estos días las cuatro entidades (de la Mesa de Enlace) haremos una conferencia de prensa o un comunicado, estamos muy unidos en este sentido”.
Si bien dijo que los ministros no dieron números, hablaron de acompañar la inflación o un mix entre el índice de salarios y la inflación, por lo que “sería similar al aumento que hubo en Buenos Aires y andaríamos en el orden del 38 por ciento”.
“Sólo nos vamos a enterar de cuánto es el aumento cuando se anuncie el presupuesto”, completó.
También explicó que se garantizó que se va a mantener la modalidad de este año, de diferenciar tres tipos de aumento en base a la cantidad de hectáreas: de 1 a 50, de 50 a 200 y más de 200 hectáreas, con un menor impacto para las pequeñas superficies y mayor para las más grandes.
“Rechazamos el aumento de plano y no por una cuestión antojadiza de no entender que hay inflación, sino que no se puede trasladar sólo en materia fiscal a sectores productivos que tienen dinámica”, indicó.
Al respecto manifestó que “hemos intercambiado en buenos términos pero con mucha firmeza con los ministros, en decirles que el campo no es sólo soja”.
“Me parece que es una cuestión fiscalista, estamos preocupados, pero no se ha cortado el diálogo. De todas formas hemos tratado de graficar algunas cuestiones como que la cuota única, con todos los beneficios, el pago pueda ser trasladado de febrero a mayo por una cuestión muy sencilla: la mayoría de los productores agrícolas recién en mayo están teniendo la posibilidad de vender su cosecha”.
“No nos parece lógico que se llame a hablar de este tema pocos días antesde presentarse el presupuesto”, añadió.
En cambio, el Gobierno “nos garantizó que vamos a poder tener mayor injerencia en el destino de los fondos que salen del Inmobiliario, para el mantenimiento de la red, lo que es la asociación de consorcios, para los consorcios de conservación de suelos, los canaleros y para este nuevo consorcio único de asfaltado”.
“Son buenas intenciones, esperemos que las podamos traducir en los hechos, pero desde ya rechazamos de plano el monto del aumento”, enfatizó.
Retenciones
En cuanto al incremento en las retenciones, Rotondo expresó: “Me parece que se vuelven a repetir recetas que probadamente han fracasado y que generan muy poca previsivilidad, falta de competitividad y ponen un freno a un sector tan dináico como el nuestro”.
“Vivimos un poco desentantados aunque sabemos que la Argentina tiene serios problemas y entendemos el contexto, pero cuando hubo una quita de retenciones el campo respondió. Tenemos la mejor cosecha de trigo de la historia, hemos incrementado casi un 30 por ciento la superficie de maíz que en esta zona habla a las claras de la sustentabilidad. Dimos señales claras, hemos recuperado mercados de carne y hemos crecido en dos millones de cabezas el stock”.
“Era clara la señal de que con impuestos distorsivos y regresivos la actividad se resentía. Lamentablemente la necesidad fiscal y este déficit cero que se ha planteado el Gobierno, por contexto y por impericias propias de no haber realizado un buen diagnóstico de cómo estaba la situación, lo han llevado a tomar estas medidas”, dijo.
El titular de la Rural manifestó que “a las retenciones las vemos con preocupación y las rechazamos, entendemos el contexto pero no somos los grandes beneficiados porque los insumos están dolarizados. Somos parte del problema y nos ha quitado la competitividad”.
En cuanto a Bienes Personales que se discute en el Congreso de la Nación, señaló que “primero se quería gravar los inmuebles rurales que ahora están exentos tanto para personas físicas como para jurídicas. Las personas físicas quedaron exceptuadas pero las jurídicas van a tributar y hay muchos campos que están a cargo de empresas, y por lo tanto eso es una carga tributaria más”.
Respecto del contexto internacional para la producción agrícola, el dirigente remarcó que “los mercados no tienen muchas señales de tener altos valores, por el conflicto comercial entre China y Estados Unidos sumado al posible cambio de rumbo de Brasil, que es un jugador importante. En el escenario interno, con insumos dolarizados, donde vas a necesitar más de tu producción para cubrir costos y con una alta presión fiscal, el panorama no es el mejor”.
Llegan para quedarse
Al referirse a la evolución de la presión impositiva, graficó que “lamentablemente es una constante y una máxima en la Argentina: todo impuesto que se dice que es temporario llegó para quedarse”.
“Recuerdo que era muy joven, pero tenía alguna actividad gremial, tras el default de 2001 el entonces presidente en las tormentas Eduardo Duhalde pidió a las cuatro entidades agropecuarias retenciones del 11 por ciento por 180 días y prácticamente llevamos 17 años de retenciones”, graficó.
“Este gobierno anunció la quinta del cinco por ciento, una disminucion y hoy cae en la misma receta”, completó.
En otro orden, Rotondo señaló que para el productor genuino la preocupación más grande se vio morigerada por las lluvias. “Necesita revancha porque no podemos especular con no sembrar, necesita hacerlo para recuperar la mala campaña del año pasado”.
Dijo que el productor “tiene una capacidad de tolerancia gigantesca y no especula. Gran parte de la necesidad de producir es con financiamiento y con tasas al 70 u 80 por ciento, vendés tu capital, ponelo al plazo fijo, comprá algunos bonos, apostá al dólar y vas a vivir mejor que en el sector productivo. Esta es la gran disyuntiva de todos los gobiernos: entender que los países salen adelante con trabajo y producción y no con especulación”.
“Se va agotando el tiempo, las fuerzas y producir es cada vez más difícil. El aguante no pude ser mucho más largo”, disparó.
PUNTAL TRANQUERA ABIERTA