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Las grandes empresas lácteas culpan a las pymes queseras por la falta de leche

La cámara que agrupa a las grandes lácteas las acusó de tener una ‘política evasora’ que ‘provoca impactos negativos’ en el mercado.

El Centro de la Industria Lechera, que nuclea a las principales compañías lácteas argentinas, aseguró que las operaciones de empresas informales potencian la falta de leche presente en el mercado argentino.

Según datos del CIL, la recepción de leche de sus asociados en el primer bimestre de este año fue un 12,5% inferior al mismo período del año anterior.

Los datos difundidos por la Dirección Nacional Láctea, correspondientes a todas las empresas con operaciones formales, indica que en enero-febrero pasados la producción de leche fue de 1488,2 millones de litros, una cifra 8,4% menor a la del mismo período de 2018.

“Esta menor oferta de lácteos al consumidor, especialmente en productos frescos como la leche fluida, se explica por la baja estacional de la producción de materia prima, agudizada este año por los factores climáticos adversos (excesivas lluvias y olas de calor), las dificultades económicas-financieras sufridas por la cadena en el año anterior y la acumulación de compromisos comerciales que modificaron sensiblemente el cuadro anual de la demanda de leche”.

En un comunicado publicado por Valorsoja.com, el CIL agregó que “sumado a esto, la conducta que han adoptado empresas poco formales, de acrecentar su política evasora como estrategia de competencia desleal, está provocando varios impactos negativos”.

La evasión o marginalidad -aseguró CIL- produce “reducción de ingresos fiscales, una sobrecarga impositiva a los que pagan, genera incremento artificial de los precios que finalmente se trasladan al consumidor, reduce los volúmenes exportables y puede limitar la provisión de productos masivos, abastecidos mayoritariamente por empresas formales”.

“El desvío de leche hacia estas empresas informales le restan disponibilidad de materia prima para ser destinada a los productos frescos en aquellas formales, y se reubican en la elaboración de quesos, que también se vuelcan al circuito informal”, indicó CIL.

“Es conocido que también la marginalidad permite encarar inversiones a cero costo, mientras cualquier empresa de la economía formal tiene que asumir tasas anuales de interés de entre el 60-70% para obtener capital de trabajo o realizar inversiones. Éste constituye otro espacio para competir deslealmente”, agregó.

Entre las empresas integrantes de CIL se encuentran Mastellone Hnos, Molfino (Saputo), Nestlé Argentina, Danone, Williner, Verónica, Milkaut (Bongrain), Manfrey, La Sibila, Tregar, Noal, Grupo Gloria, Vacalín, Ramolac, La Ramada y Santa Clara, entre otras.

Noticiasagropecuarias.com