La Argentina dio otro paso en su objetivo de abrir el mercado de China para la harina de soja con la realización de un seminario en Beijing donde funcionarios, industriales y técnicos disertaron sobre este subproducto ante más de 70 empresarios chinos del sector.
Hasta el momento, ese país compra el grano y el aceite de la oleaginosa, pero no el subproducto de la harina. En la industria están expectantes de que China autorice en algún momento a 12 plantas para exportar.
Las exportaciones de harina representan el 68% de las ventas del complejo soja, con unos 24,1 millones de toneladas, por unos 9181 millones de dólares.
En el encuentro, realizado en la sede de la embajada argentina en ese país, el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, destacó que “la harina de soja argentina es un producto muy rico en proteínas y tiene un alto nivel de solubilidad, por lo que es de fácil digestión para los diferentes ganados”.
“Actualmente exportamos a más de 50 países, que nos reconocen por nuestra calidad e inocuidad”, señaló el funcionario en su cuenta de Twitter tras el seminario.
Por el lado de la industria, Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) y asistente al encuentro, destacó: “Este evento es un hito en las relaciones comerciales con China. Nunca se había podido brindar información sobre nuestras capacidades y calidades a los compradores chinos”.
“Vamos a establecer una agenda de encuentros con la industria china para establecer acuerdos comerciales de largo plazo”, añadió.
Según señaló, en la reunión la industria aceitera explicó la capacidad de producción y exportación y los altos niveles de calidad e inocuidad de la harina y el aceite de soja. Hubo miembros de INTA y el Senasa que luego se refirieron al producto argentino.
La industria argentina tuvo también encuentros con empresas importadoras chinas y procesadoras de alimentos balanceados para cerdos, aves y peces.
LA NACIÓN