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Retenciones: por qué un 33% hoy es peor para el campo que el 45% que se intentó fijar en 2008

El principal problema es la bajísima cotización que tiene la soja, en comparación con los valores del último gobierno del kirchnerismo. También incide el desdoblamiento del tipo de cambio.

 

Informe: Agrovoz

 

El 25 de febrero de 2008, el contrato de soja a mayo en el mercado de Chicago cotizaba a casi 540 dólares la tonelada, en el marco de una suba constante de los precios.

Once años después, el contexto es completamente diferente: el martes, la soja mayo en Chicago se ubicó en 330 dólares y está presionada a la baja por la pandemia de coronavirus que ha paralizado la economía del principal demandante de la oleaginosa a nivel mundial: China, sumado a un contexto de cosechas abundantes en todo el mundo.

Estas cifras constituyen una explicación al fuerte rechazo que está generando en el agro la posibilidad de que el Gobierno vuelva a incrementar las retenciones a la soja, llevándolas del 30 por ciento actual a un hipotético 33 por ciento.

La realidad es que, si se aplica esa alícuota, significa que teóricamente el Estado se llevaría casi 110 dólares por tonelada y al productor le quedarían 220 “brutos” para pagar todos sus gastos, el resto de los impuestos, el arrendamiento (si la producción es en campo alquilado) y ver si al final le queda algún saldo positivo.

En 2008, la resolución 125 que generó la histórica revuelta del campo en contra de la administración de Cristina Fernández de Kirchner, elevaba las retenciones al 45 por ciento. Tomando el ejemplo de la soja a 540 dólares, significan 240 dólares que se quedaba el Estado y 300 dólares en bruto para el productor.

Y en la actualidad, los agricultores denuncian un agravante adicional: el desdoblamiento del tipo de cambio –que en 2008 no existía– impone que cobren su mercadería con un dólar oficial menos el 30 por ciento por el impuesto País, pero aseguran que los insumos se han actualizado a valor “blue” (más de 80 pesos), lo que complica aún más la ecuación para el sector.

 

Impacto

 

El economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto, ratificó estos cálculos en declaraciones al diario La Voz.

“La situación que tenés ahora es muy diferente a la que tenías otros años. El precio de exportación de la soja es de 325 dólares para mayo, cuando Cristina Fernández tuvo un promedio de 480 en su segundo gobierno”, explicó Agusto.

Y señaló que el problema adicional es “un montón de factores que presionan la soja a la baja”. Es decir, que no hay incentivos para que los valores de la oleaginosa se recuperen.

“Para tener una idea: con Cristina Fernández, la tonelada valía, promedio, 480 dólares, y tenía un 35 por ciento de derechos de exportación. Pero con el 33 por ciento el precio de la tonelada sería casi 200 dólares más bajo que durante el último kirchnerismo”, continuó Agusto.

Y completó: “Con Cristina, el productor recibía, promedio, 300 dólares; mientras que si se aumentan las retenciones al 33 por ciento, esa cantidad sería de 210 dólares por tonelada”.

A través de su cuenta de twitter, Agusto señaló que, con estas cifras, un productor de Córdoba prácticamente no ganaría dinero en esta campaña.

Del mismo modo, el analista económico Salvador Di Stéfano opinó que, bajo este panorama, al productor le quedarían menos de 200 dólares para solventar gastos y alquileres, lo que le significaría perder plata.