En marzo ya se había producido una baja del 49%. Lo atribuyen a la incertidumbre económica, con el riesgo de caer en default y el creciente atraso cambiario.
La actividad inmobiliaria rural se desplomó 47% en abril respecto de igual período de 2019, según la medición del índice de la cámara argentina del sector (Cair).
El informe que acompaña al índice InCair sostuvo que “la incertidumbre económica como el riesgo de entrar en default, y el creciente atraso cambiario, actuaron como una pinza sobre la oferta y la demanda” de los campos argentinos.
“Desde Cair estimamos que luego de la pandemia y acordados los términos de la deuda con los acreedores externos, la actividad inmobiliaria rural se vuelva a regenerar”, advirtieron los autores del informe.
Es la segunda caída de la actividad en lo que va del año ya que en marzo se produjo una baja del 49%, mientras que 2020 había comenzado con un repunte.
La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales publicó así una vez más el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCair) que refleja la actividad en todo el país.
En tanto la base del índice es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo registrado en septiembre del 2011.
Se miden resultados de la encuesta mensual de actividad efectuada entre socios de todo el país de la Cámara además de cantidad de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler en los principales medios gráficos de tirada nacional, entre otros elementos.
El InCair de abril 2020, durante la vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio nacional motivado por la propagación del Covid-19, marcó 16,79 puntos.
La caída en relación al mismo abril de 2019 fue del 47 por ciento.
