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Aumenta la participación del Estado en la renta agrícola: ya se queda con el 62,6%

En diciembre el peso de los impuestos representaba el 59,2 por ciento. En el caso del trigo, la presión ronda el 71 por ciento. Dos de cada tres tributos que se le cobran al campo no vuelven a la provincia.

 

La participación del Estado en la renta agropecuaria subió al 62,6% en marzo, según un informe elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (Fada).

Es lo que representan los distintos impuestos que se aplican a la cadena agrícola, que en diciembre alcanzaba el 59,2%.

De cada 100 pesos de renta generados a través de una hectárea, 62,60 pesos se los lleva el Estado o reasigna con sus políticas.

El índice de marzo es 3,4 puntos porcentuales más alto que el de diciembre.

“Esto se explica por varios factores: aumentos de impuestos fijos municipales y provinciales; suba de costos en pesos y en dólares de labores y fletes; incrementos de precios de fertilizantes, baja del precio disponible del trigo, y reducción de los rindes estimados por efecto de la sequía”, sostuvo David Miazzo, economista jefe de FADA.

El informe realiza la medición nacional haciendo un promedio ponderado de cultivos.

También analiza cada grano, que en esta ocasión demostró que la participación del Estado en soja es del 66,9%, maíz 52,3%, trigo 70,9% y girasol 46,6%.

La participación del Estado se presenta en distintos niveles y con diferentes tipos de coparticipación.

Según Fada, con frecuencia se cuestiona el federalismo fiscal del modelo impositivo argentino: la mayoría de los impuestos a los que se somete al sector agrícola son nacionales no coparticipables, mientras que esta actividad productiva por definición es federal y está muy arraigada a las regiones.

El principal tributo nacional no coparticipable son los derechos de exportación, que impactan negativamente en el federalismo por tres vías, explicó Miazzo.

“La primera es que se incrementan los recursos no coparticipables en manos de Nación, la segunda es que se reducen los recursos coparticipables por reducción del impuesto a las ganancias, y la tercera es vía los recursos que salen de las regiones productivas en el marco de la suba de derechos de exportación”, dijo el especialista.

Por otro lado, es usual que en la medición de marzo aumente la participación de los impuestos municipales y provinciales, respecto de diciembre porque son, principalmente, tributos fijos que se actualizan a comienzos de año.

“En una economía con los niveles de devaluación que tenemos, estos impuestos, al ser fijos, se terminan licuando a medida que avanza el año”, consignó el economista.