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La Níña comenzó a diluirse y prevén condiciones normales para la siembra de trigo

La Bolsa de Cereales de Rosario estima que para junio las precipitaciones podrían estar dentro de los promedios históricos.

 

El fenómeno climático de La Niña, que tiene como principal característica un nivel de lluvias por debajo del promedio estacional en la región, comenzó a disiparse a partir del calentamiento del Océano Pacífico, y de cara a las próximas semanas se prevén patrones de precipitaciones “cuasi normales” para la siembra de trigo, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

De esta manera, el clima seco que “puso en jaque” a la campaña de soja comenzaría a normalizarse hasta alcanzar un escenario de neutralidad hacia junio, cuando comienza la siembra de trigo en la Argentina, por lo que se pueden llegar a presentar precipitaciones dentro de los promedios históricos para dicha fecha.

“La anomalía del (Océano) Pacífico muestra un progresivo calentamiento por tercer período consecutivo. Después de un enfriamiento, que llegó a su máximo en diciembre, está disipándose el evento frío “La Niña”. Ya entramos en una etapa de comienzos de neutralidad, que debería producirse en junio, en plena siembra fina de argentina”, indicó la BCR.

Así, “el Pacífico va hacia condiciones de neutralidad hasta comienzos de la primavera. En estas circunstancias, el productor triguero debería esperar patrones cuasi normales de lluvias y pensar en un diseño de siembra según el calendario normal de cada región”, consignó la entidad bursátil.

Cabe mencionar que tanto la campaña de soja como de maíz se vieron afectadas por las falta de lluvias, con mermas en los rendimientos en los cultivos, pérdidas de áreas y estimaciones de marcadas caída interanuales de la producción.

En este sentido, la entidad proyectó una producción de soja de 45 millones de toneladas, 5,7 millones menos que en la campaña 2019/20, mientras que en maíz la previsión alcanza los 48,5 millones de toneladas, frente a las 51,5 millones que se produjeron el ciclo anterior.

Asimismo, la campaña pasada de trigo fue duramente afectada por la falta de lluvias, con una producción récord esperada de 22 millones de toneladas, que terminó cerrando en 17 millones de toneladas.