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Equinoterapia: el caballo como mejor aliado para la salud y la contención

Columna de la Sociedad Rural de Río Cuarto publicada en el suplemento Tranquera Abierta de diario Puntal.

 

El Centro de TACAs/Equinoterapia de la Sociedad Rural de Río Cuarto se ha convertido con el paso de los años en un referente en la terapia asistida con caballos, a través de un paciente y abnegado trabajo de un equipo interdisciplinario de profesionales, para brindar atención y contención a personas con distintas discapacidades.

Las actividades comenzaron en el 2008 y la consolidación del programa es el fruto de una adecuada articulación público-privada, donde la institución recibe un amplio respaldo y acompañamiento de la Municipalidad, como así también aportes de empresas privadas.

Esto constituye un ejemplo de políticas para contener a sectores que requieren este tipo de terapia asistida, porque trascienden los gobiernos, ya que se ha trabajado con el mismo énfasis y compromiso durante administraciones de distinto color partidario.

Ante la creciente demanda de atención, desde el Centro se invita a las empresas a sumarse al Centro apadrinando a las personas que requieren el tratamiento de equinoterapia.

La terapia asistida con caballos es una terapia integral y complementaria, implementada por un equipo de profesionales que cubren tres áreas fundamentales: salud, educación y ecuestre. La misma se lleva a cabo mediante el uso y aprovechamiento de las características morfológicas y sensoperceptivas que tiene el equino.

Los beneficios que otorga la terapia asistida con caballos son múltiples. El abordaje terapéutico que se realiza es mediante un plan de tratamiento que ejecutan interdisciplinariamente las profesionales del Centro, con objetivos a corto y largo plazo, que se van renovando año tras año, dependiendo de las necesidades de cada niño, adolescente o adulto que concurra el establecimiento.

Además se tiene la ventaja de realizar esta terapia al aire libre, con todos los protocolos sanitarios de rigor, lo que conlleva al contacto con la naturaleza.

El Centro vivió en el 2020 un año muy particular y difícil porque las restricciones por la pandemia suspendieron las actividades, en resguardo de los pacientes, ya que la mayoría pertenece a los grupos de riesgo, y respectando las medidas impartidas por el COE Central, Regional y el Consejo Asesor de Discapacidad.

Esta situación excepcional provocó que muchos pacientes presentaran involuciones debido a la falta de actividad y contacto con el aire libre, por lo que ahora se espera poder continuar con la presencialidad en beneficio de los pacientes.