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“No hay comprensión de lo que se necesita para salir adelante”

Lo aseguró el productor Guillermo Vitelli, para quien el cierre de las exportaciones de carne tendrá “un costo muy alto para la ganadería”. Todas las inversiones ya se hicieron pero ahora afrontan un panorama sombrío.

 

Nota publicada en La Revista de la Rural

Con un engorde promedio de 8.500 animales por año en campos ubicados en Adelia María y Huanchilla, el productor Guillermo Vitelli es uno de los directamente perjudicados por la decisión del Gobierno nacional de cerrar las exportaciones de carne, porque produce tanto para el mercado interno como para ventas al exterior.

 

El ganadero sostuvo que “en el caso de la exportación son negocios a largo plazo y esto nos afecta a todos, es malísimo para la ganadería, porque ya hicimos la inversión, se compraron los terneros, se cosechó y picó el maíz, se sembraron pasturas, se hicieron alambrados” y ahora todo es incertidumbre y si la medida persiste habrá que replantear la producción.

 

En los establecimientos Don Nicolás (Adelia María) y El Chiquitín (Huanchilla), Vitelli engorda animales y apuesta fuerte por la ganadería, pero se siente defraudado por la dirigencia política porque “no hay comprensión de lo que necesita el país para salir adelante, se ve un cortoplacismo absurdo”.

 

Consideró que la Argentina “tiene condiciones inigualables” para el sector agropecuario como la tierra, la calidad genética en ganadería y el potencial productivo en agricultura, pero carece de “una clase política coherente”.

 

Tras asegurar que “nadie soluciona los problemas de fondo”, graficó que la dirigencia política es como “Titanes en el Ring, de chicos creíamos que La Momia y Martín Karadagian se odiaban, pero terminaba la función y se iban a cenar juntos; es una farsa y es inexplicable que la misma gente siga en política”, y se quejó de que sólo viven del Estado y no saben lo que es invertir, producir, tener empleados y pagar sueldos.

 

Al respecto, dijo que los ganaderos y el sector privado “tienen que empujar siempre, pero los ganadores son los que están cerca del poder, del lobby”.

Vitelli tiene un sistema adaptado a la producción de carne, muy intensivo en pastura, con entre 750 y 850 kilos de carne por hectárea, en campos agrícolas, con mucha alfalfa y maíz. “Siempre tratamos de que el campo y la producción mejoren, hacemos investigaciones y apuntamos al largo plazo” aunque las decisiones políticas destruyen las previsiones.

 

Explicó que cuando se fomenta la exportación hay mucha fluidez en el mercado y cuando cae el consumo interno está la exportación, que son negocios de contrato a largo plazo y “todo eso queda cortado”.

 

Por eso juzgó que muchos ganaderos cuando no tienen previsibilidad ni reglas de juego claras piensan pasarse a la agricultura.

 

En cuanto a la efectividad de la resolución del Gobierno, evaluó que “en el corto plazo podrán bajar los precios, pero en el mediano plazo van a aumentar. Hay que tener en cuenta que la ganadería en general, los que somos engordadores, tuvimos dos años que nos fue mal y a los feedloteros les fue peor aún”.

 

“Lo primero que se va a sentir es el precio del ternero, se deprime el precio, y desalentar al criador es lo peor que hay”, completó.

 

En cuanto a su producción, comentó que “engordamos un promedio de 8.500 cabezas, ese era el objetivo para este año, pero ahora no se sabe cómo va a reaccionar el mercado”.

 

Las pérdidas para muchos ganaderos serán cuantiosas porque la medida llegó en el peor momento: se compraron terneros a precios firmes y se realizaron todas las inversiones necesarias en pasturas, cereales, genética e infraestructura, y no se sabe a qué precio podrán vender al mercado interno. “Ya el alquiler te pone un piso de costos y después está todo el tema de la alimentación”, indicó, con lo cual los números podrían terminar en rojo si bajan los precios y se sostiene el cepo.

 

Aclaró que “si uno decide ser ganadero, no me puedo quedar sin el capital hacienda, porque después cómo vuelvo” y advirtió que “el costo para la ganadería va a ser muy alto y es muy difícil medirlo. Lamentablemente tenemos que terminar este ciclo en estas condiciones. Si las medidas perduran en lo inmediato va a haber una baja de precios considerable y eso te tira abajo el mejor de los sistemas”.

 

Por otra parte, aseguró que el novillo aumentó un 90 por ciento pero en la carnicería los cortes subieron un 200% y la mayor incidencia la tienen los impuestos.

 

Sugirió que el cepo a las exportaciones de carne “es otra cortina de humo para la tribuna, no nos olvidemos de lo que pasó con Vicentin y con el efímero cierre de las exportaciones de maíz”.

 

“Estoy en la Mesa de Producción de Córdoba y trabajamos junto con otras provincias, estamos todos desconcertados porque no comprendemos cómo un gobierno que tanto necesita las divisas toma este tipo de medidas” y graficó que “arrasa como un tsunami”.

 

Por último consideró “un error muy grande creer que la producción primaria no agrega valor, sólo hay que mirar cuánto ponemos en genética para mejorar la calidad de los animales y cuánto en fertilización para la parte agrícola”.

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