Pese a que se ofertaron alrededor de 7 mil cabezas, la plaza se mantuvo firme y hubo un aumento general en los precios, con un efecto inverso al que pretende el Gobierno con el cierre de las exportaciones de carne.
El Mercado de Hacienda de Liniers y las ferias donde se rematan animales volvieron a operar el jueves tras el cese de comercialización de 14 días dispuesto por la Mesa de Enlace con un aumento general en los precios.
En el Mercado de Liniers, se ofertaron 6.972 cabezas, casi 2.000 animales más que lo registrado en el día previo al inicio del cese de comercialización.
Durante la jornada, el índice general de precios en el mercado se ubicó en $ 177,86 por kilo, lo que significó una suba de $ 14,55 por kilo respecto a los $ 163,31 por kilo que se pagaron en la última jornada donde hubo operaciones previa al paro el 19 de mayo.
Respecto a las categorías de consumo, el índice novillo marcó un avance de $ 183,93 por kilo a $ 190,66 por kilo, con máximos que alcanzaron los 200 pesos por kilo, mientras que el novillito se redujo de $ 202,11 a $ 201,66 por kilo.
Sin embargo, en este último punto, el máximo pagado fue de $230 por kilo.
Estos precios se replicaron en otras ferias que se dieron a lo largo del país, según marcaron agentes del mercado consultados por Télam.
Para el vicepresidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya), Sergio Pedace, tras el paro se comienza a normalizar la operatoria.
“Ya se empieza a normalizar todo, con la operatoria de los mercados y las ferias, pero en el precio se mantiene el aumento”, indicó Pedace a Télam, quien atribuyó el alza al cese de comercialización y al faltante de hacienda en los feedlots.
Asimismo, este viernes comenzarán a darse una serie de remates televisados de hacienda organizado por el Rosgan, con 3.000 cabezas a la venta, que continuarán la semana que viene con una oferta más nutrida.