Fuerte rechazo de las entidades agropecuarias al proyecto para modificar el Consejo Directivo del organismo, desplazando al sector privado.
La Mesa de Enlace nacional manifestó una profunda preocupación y rechazo frente a un proyecto legislativo que busca modificar el funcionamiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), al tiempo que la Regional Córdoba sostuvo que se quiere convertir al organismo en una trinchera política.
“Esta iniciativa, presentada la semana pasada, pretende alterar la composición actual del Consejo Directivo, órgano máximo de conducción, integrado por representantes del sector público y privado que garantiza una activa participación de los productores y profesionales en la fijación de las políticas públicas de investigación, desarrollo y extensionismo sectorial”, advierten las entidades de productores.
“Hace unas semanas, nosotros mismos rechazamos proyectos de ley que pretendían apropiarse de tierras de las estaciones experimentales en distintas provincias. El organismo tiene un rol fundamental en el desarrollo tecnológico del sector y funciona a lo largo y ancho del país. Primero fueron por las tierras, ahora por la conducción”, destacan Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y Sociedad Rural Argentina.
“¿Qué queda para mañana? Frente a este nuevo intento por avasallar al INTA, solicitamos a los diputados y senadores que no permitan que se vulneren los derechos de las entidades que representamos a los productores agropecuarios”, concluyen.
Mesa de Enlace de Córdoba
El siguiente es el comunicado difundido por la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias – Regional Córdoba:
“La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias – Regional Córdoba expresa su categórico rechazo al proyecto presentado por dos diputadas del Frente de Todos para modificar el Consejo Directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), desplazándose de la toma de decisiones al sector privado.
No es el primer embate de esta agrupación política sobre un Instituto que con la calidad profesional de sus técnicos y científicos viene trabajando desde 1956 con el único fin de potenciar la producción agropecuaria, acompañando el desarrollo rural del país.
Esta Comisión ya había advertido la avanzada política cuando la agrupación denominada Frente de Todos – INTA intentaba convertir este organismo en un bastión político.
Luego se sucedieron los proyectos de legisladores oficialistas para expropiar tierras del INTA en dos provincias.
Ahora, con esta iniciativa de las diputadas Mabel Caparrós y Alcira Figueroa se pretende transformar el Consejo Directivo en un órgano totalmente político, con ocho miembros de ese ámbito, desplazando a las entidades rurales y académicas que hoy forman parte de las decisiones, quienes pasarían a ser meros asesores.
No hay argumentos válidos para desmantelar el INTA, toda vez que se trata de una institución de reconocida capacidad y prestigio. Lo único que parece animar este cambio es una notable carga ideológica y la necesidad del núcleo duro del kirchnerismo de apoderarse de una jugosa “caja”.