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El Gobierno anticipó que regulará las exportaciones de trigo, maíz y carne

Estos tres productos fueron considerados como “bienes culturales” por el ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez.

 

 

El ministro de Agricultura y Ganadería, Julián Domínguez, anticipó, durante la presentación del proyecto de ley de “Fomento Agroindustrial”, que el Gobierno no descarta nuevas intervenciones en los mercados de trigo, maíz y carne vacuna, ya que considera que esos tres productos son “bienes culturales” de los argentinos y por lo tanto el país no debe quedar desabastecido de los mismos.

 

A su lado estaba el presidente Alberto Fernández pero también la vicepresidenta Cristina Kirchner, que no lo detuvieron ni lo frenaron cuando Domínguez -quien ya fue ministro tras la época más dura de conflicto entre el agro y el kirchnerismo- decía lo que decía. Los bloqueos a las exportaciones de carne fueron una constante entre 2006 y 2015, a través de los “ROE Rojo”. En tanto, desde 2008 también se montaron “ROE Verde” o permisos de exportación para regular la salida de trigo y maíz. En todos los casos, con pobrísimos resultados, pues se redujo tanto la producción como las exportaciones.

 

“La producción agropecuaria es una parte indisoluble de nuestra identidad. El trigo, el maíz y la carne son considerados bienes culturales argentinos y están en el centro de nuestras obligaciones cuidar el interés general y la seguridad alimentaria de los argentinos. Por eso nuestro deber sobre estos parámetros es administrar con inteligencia los saldos exportables de la Nación”, dijo Domínguez, que leyó cada una de las palabras que pronunció. Claramente, se trató de un discurso meditado.

 

Suerte que no fueron al acto en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada los principales dirigentes de la Mesa de Enlace, porque se hubieran indigestado. Las palabras del ministro del área les hubieran confirmado lo que temen: una escalada en los controles a la exportación de carne, trigo y maíz.

 

El concepto de “bienes culturales de los argentinos” es novedoso, pero la práctica en los hechos es una vieja conocida del kirchnerismo más rancio: en un marco de discrecionalidad evidente y repleto de sospechas de corrupción, los ROE (Registro de Operaciones de Exportación) fueron el arma preferida de las primeras gestiones kirchneristas para controlar los “saldos exportables” de cada producto.

El ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, amparándose en ese instrumento, solía frenar las exportaciones para sobresaturar la oferta de productos agroindustriales en el mercado interno y de ese modo forzar una baja de los precios con el propósito, según afirmaba, de defender la llamada “mesa de los argentinos”.

 

Pero el costo de estas intervenciones fue casi demencial. En materia de carnes se provocó la desaparición de casi 10 millones de vacunos y entre 2010 y 2016 la Argentina tuvo sus peores registros históricos de exportación. En materia de trigo, por otro lado, en 2013 el país tuvo la peor cosecha de su historia, y casi tiene que importar el cereal para abastecer a sus propios molinos.

 

Nota: Bichos de Campo.