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Ahora un diputado cordobés propone que el impuesto a la riqueza se extienda por diez años para pagarle la deuda al FMI


El impuesto a la riqueza que impulsó Máximo Kirchner recaudó en 2021, año en que se aplicó supuestamente de manera extraordinaria, un total de 247.000 millones de pesos. Ahora, un diputado cordobés del Frente de Todos, Pablo Carro, propuso, para contribuir a pagar la deuda con el Fondo Monetario Internacional, que un impuesto similar comience a cobrarse y se extienda durante los próximos diez años.

Pablo Carro es un diputado del Frente de Todos de extracción sindical que se abstuvo en la votación que se hizo en la Cámara Baja para refinanciar la deuda con el FMI. Fue uno de los 13 legisladores kirchneristas que no apoyaron ni rechazaron el proyecto generado por el Ejecutivo y considerado central para la continuidad y la estabilidad del gobierno.

Pocos días después de su abstención, Carro presentó un proyecto que genera ruido. Porque implicaría sostener el impuesto a la riqueza, que no fue sencillo de implementar de manera extraordinaria y que derivó incluso en disputas judiciales, durante una década completa.

“Necesitamos alivianar el peso que la deuda con el FMI genera sobre los trabajadores, jubilados y sectores más vulnerables”, argumentó el diputado cordobés.

El proyecto propone mantener el “aporte solidario” a las grandes fortunas para las personas que tengan un patrimonio superior a los 320 millones de pesos. El año pasado, cuando el límite se estableció en 200 millones, los aportantes en el país fueron unas 10.000 personas.

“Necesitamos que los sectores más pudientes de nuestra sociedad sostengan un segmento de los esquemas de financiamiento público para recuperar el tejido productivo y de seguridad social en la Nación y las provincias argentinas”, dijo Carro. Y agregó: “El proyecto busca reforzar los ingresos del Estado con recursos genuinos para disminuir el peso que recaería sobre los sectores más humildes. Buscamos que la solidaridad sea la regla y que quienes más tienen puedan aportar un poquito más para paliar los efectos de una deuda que no tiene precedentes”.

El proyecto que presentó Carro contiene un escalonamiento del impuesto, que sería progresivo de acuerdo a la magnitud de la fortuna.

Quienes tengan patrimonios de 0 peso a 320 millones de pesos inclusive no tendrán imposición.

Para los patrimonios que van desde 320 millones a 400 millones de pesos inclusive, se deberá pagar 6 millones de pesos más un adicional del 1,5 por ciento sobre el excedente de 300 millones de pesos.

Para quienes posean patrimonios de entre 400 y 600 millones de pesos, el aporte deberá ser de 8.250.000 pesos por año más un 1,75 por ciento por encima de los 400 millones de pesos.

Quienes posean patrimonios de entre 600 y 800 millones de pesos inclusive, tendrán que afrontar un pago de 13.250.000 pesos más una alícuota del 2 por ciento por encima de los 600 millones de pesos.

Los patrimonios de entre 800 millones de pesos y 1.500 millones tendrán que desembolsar 18.750.000 pesos más una alícuota adicional del 2,25 por ciento por encima de los 800 millones.

Los contribuyentes con bienes por un valor de entre 1.500 y 3.000 millones de pesos deberán pagar una suma de 39.750.000 pesos más el 2,50 por ciento sobre el excedente de 1.500 millones de pesos.

Para quienes posean un patrimonio por encima de los 3 mil millones de pesos, el aporte anual será de 88,5 millones más un diferencial de 2,75 por ciento.

Esos montos, en el caso de que el proyecto se apruebe, serán actualizados anualmente de acuerdo el Código de Estabilización de Referencia (CER).

Carro también propone que los bienes situados en el exterior sean alcanzados por una alícuota que va desde el 2 por ciento hasta el 4,25 por ciento.

Hasta ahora, el Frente de Todos, que está golpeado por una fuerte crisis de convivencia interna, no ha expresado si apoya el proyecto o si solamente se trata de una iniciativa individual del diputado cordobés.