El Gobierno decidió avanzar en la modificación de la ley de tierras. Sancionada en 2011, la norma puso un límite de 1000 hectáreas a la compra por parte de extranjeros en la zona agrícola núcleo. La ley frenó la llegada de inversiones y el precio de la tierra cayó desde entonces, mientras siguió subiendo en la región. Según fuentes que siguen las tratativas en los ministerios de Agroindustria y de Justicia (donde funciona el Registro de Tierras), se buscará modificar la ley en el Congreso, pero antes de enviar la propuesta, el Gobierno esperará a que haya un mejor clima en el Parlamento. No quiere arriesgarse luego de la pelea por la ley antidespidos.
LA NACIÓN
