Entre las recomendaciones que dejó el Seminario del Ipcva en Catamarca se aconsejó ordenar el rodeo y separar a las vacas jóvenes de las adultas entre las estrategias para lograr mayor eficiencia.
Hablar de ganadería en zonas áridas no es cosa fácil y más cuando está condicionada por los factores climáticos y, sobre todo por las pasturas naturales, donde cada gramo de kilo de carne ganado es un verdadero logro-
El asesor privado Oscar Melo, es especialista en el manejo de la ganadería en zonas áridas y semi áridas y una de las recomendaciones que dejó a los productores de la provincia de Catamarca que participaron de un seminario organizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), bajo la consigna “Ganadería y compromiso”, que se realizó en esta ciudad, fue hacer cría y recría y dejar la terminación para otras regiones en las que es más fácil conseguir granos.
También aconsejó a los productores achicar los tiempos para servir a las vaquillonas y alargar el plaza de servicio a 120 días, para poder alcanzar el servicio a tiempo fijo para ordenar el rodeo y aconsejó también no hacer ganadería d con baja inversión, porque se pierde plata y posibilidades de aumentar el peso de los terneros al destete.
“La ganadería hoy tiene buenos precios como para poder mejorar, producir bien y lograr ese cambio que se necesita para obtener más kilos por animal, porque hoy la región es muy baja, hay que mejorar esos índices”, aportó el especialista.
Melo consideró también que es necesario hacer una buena selección de las vacas y es preferible tener 70 vacas buenas y no cien malas, porque “se gastan más recursos y se gana menos kilos, hay que aumentar el peso de faena a partir de la optimización de esos recursos disponibles para tener más kilos”, agregó.
A la hora de hablar sobre eficiencia productiva, comentó que hoy se estima que en la Argentina hay una existencia de 23 millones de vacas para producir 13 millones de terneros a nivel país. Quiere decir que hay 10 millones de vacas que no paren: “No es que esos 10 millones de vaca no paren, el problema es que los períodos entre partos es demasiado largo, entonces los porcentajes de eficiencia productiva es bajo porque hay una brecha muy grande entre el parto y la iniciación de la actividad cíclica y por otro lado la tasa de preñez de vacas en Argentina también es baja”, explicó.
Respecto de la baja preñez de las vacas, consideró que es consecuencia del mal balance nutricional en el momento del servicio, momento en que “debe comer bien, porque si el balance nutricional es negativo, la vaca pierde 100 gramos por día, mientras que la tasa decrece el 60 por ciento, entonces “solo la mitad de las vacas reciben servicio y se preñan en el primero, mientras que si se ganaran 100 gramos por día, se preñaría el 100 por ciento de las vacas”, añadió.
Luego de recordar que la etapa de gestación es la más larga, recomendó trabajar en los dos primeros períodos de celo en la vida de la vaquillona. Al respecto explicó que es muy amplia la brecha entre el primer parto y el primer celo y depende del estado corporal del animal, si es malo será más largo.
Al explicar las causas que influyen en el peso de los terneros que a los siete meses tiene 160 kilos, es consecuencia de la alimentación.
Ocurre que cuando la vaca pare, en el lote nunca hay pasto y producen muy poca leche en la primera etapa y la ganancia de peso del ternero depende de la leche que tenga la madre y cuando comienza a comer pasto, se pusieron duros.
Para mejorar la ganancia de peso, una de las recomendaciones que dejo Merlo es apostar al destete precoz y con una buena estrategia nutricional se les puede cargar unos 50 kilos más con facilidad.
Para optimizar la producción, Melo consideró que se debe realizar un ordenamiento del rodeo vacuno y tratar de alcanzar el uso de un servicio estacionado y ampliar el período de servicio a 120 días. Además recomendó separar las vacas jóvenes, hasta el segundo servicio, de las vacas adultas, de lo contrario no se preñarán.
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