En las empresas fabricantes estiman que este año la demanda podría caer hasta un 25%
En octubre del año pasado, cuando confeccionaron el presupuesto para 2018, en Agrometal, la mayor fábrica de sembradoras del país, ubicada en Monte Maíz, en el sudeste de Córdoba, preveían vender unas 500 máquinas. De noviembre hasta ahora las lluvias se cortaron de manera abrupta en gran parte de la pampa húmeda y, como se descuenta que los productores tendrán fuertes pérdidas en sus cultivos y también menores ingresos, la empresa está calculando otra vez las perspectivas para el año. “Estamos recién empezando, pero el presupuesto que hicimos no lo vamos a cumplir”, dijo Rosana Negrini, presidenta de Agrometal.
Negrini comparte la preocupación de los productores por la falta de lluvias en la pampa húmeda: “Pasan las tormentas y no cae una gota. Ya sabemos que no va a ser como lo previsto. Estamos prendiendo algunas luces amarillas”. Según Mario Bragachini, especialista en mecanización agrícola del INTA, para 2018 la estimación era que el mercado total de maquinaria agrícola se ubicara en unos US$2200 millones, similar a 2017. Esto cuando ya se esperaba un año con el fenómeno Niña, que produce menos lluvias. Sin embargo, no se esperaba una sequía de tal magnitud, de fuertes pérdidas. En consecuencia, las ventas de maquinaria agrícola podrían bajar un 25%, a US$1600 millones.
Bragachini explicó que en Córdoba en los últimos 20 días se paró la venta de equipos, como cabezales para la cosecha de maíz. “El clima golpeó más de lo previsto en soja, maíz, sorgo, girasol y cultivos como maní, algodón y otros. Las pérdidas potenciales ya superaron los 4000 millones de dólares, lo que es significativo, porque lo que se llevó la sequía es toda renta reinvertible.
Víctor Juri, fabricante de sembradoras que llevan su apellido, sostiene que la sequía es “un ingrediente más en el desánimo del productor” y en las menores ventas. “El productor no invierte un peso de su bolsillo, son muy pocos los que lo hacen. Lo que compran es con crédito. De 2015 a hoy tuvimos una mejora del 40% [en las ventas], pero sobre un piso que nos dejó Cristina de un 15%. Es decir, hoy acá estamos un 35/40% por debajo de nuestra producción normal”, señaló.
La situación por la sequía preocupa también a los intendentes de pueblos que viven del campo en la región agrícola núcleo. “En las verdulerías, o cuando llegan los productores a la comuna, la preocupación es por el sector. Es un pueblo con una gran cantidad de productores. El problema se traslada a los comercios”, apuntó Melina Giorgi, presidenta comunal de la localidad santafesina de Fuentes.
FERNANDO BERTELLO – LA NACIÓN