Columna de la Sociedad Rural de Río Cuarto publicada en el suplemento Tranquera Abierta de diario Puntal.
La Sociedad Rural de Río Cuarto ha iniciado una serie de contactos con criadores de cerdos de la región para revalorizar y potenciar la producción porcina, teniendo en cuenta las nuevas estrategias para la cría y la comercialización a partir del sostenido crecimiento de las exportaciones y también del aumento del consumo en el mercado interno.
Frente a los cambios en las formas de producción, el objetivo es abrir el abanico de participación a toda la cadena porcina para incorporar nuevas tecnologías, con la integración al trabajo conjunto de centros genéticos, productores de alimentos, firmas consignatarias, entre otros.
En los últimos años el sector porcino argentino ha demostrado un resultado altamente satisfactorio, que lo ubica entre los de mayor crecimiento del área agroindustrial del país.
Si bien las oportunidades internacionales refuerzan la justificación de un crecimiento importante, también la carne de cerdo encontró un lugar en el plato de los argentinos.
Las estadísticas acompañan esta evolución: las ventas al exterior subieron 75,1 por ciento interanual en el primer bimestre del año, con un aumento del 5,1% en la producción y de 2% en la faena.
De acuerdo con los reportes del sector, el 2020 fue el décimo año consecutivo de incremento en la producción de carne porcina, alcanzando una tasa de crecimiento promedio anual de 8% en la última década.
En el año 2002 la producción con 150.000 madres llegaba a las 136.000 tn y las proyecciones actuales con 395.000 madres son de 775.000 tn.
Por otra parte, el consumo per cápita orilla los 15 kilogramos al año, con una relación de precios favorable respecto de la carne vacuna, aunque la pérdida de poder adquisitivo de la población representa un límite para que este año siga creciendo.
Este escenario favorable obliga a reformular las técnicas de producción, con nuevas metodologías, en granjas modernas, donde las madres y los padrillos vienen de centros genéticos, o se insemina. La realidad indica que la tecnificación es el camino para mejorar los índices de producción y cumplir con los estándares que pide el mercado.
En esta nueva etapa es necesario reforzar los controles sanitarios para mantener el buen estatus obtenido; trabajar sobre el impacto ambiental y generar el bienestar animal.
En momentos en que se debaten las ventajas y desventajas sobre una potencial megainversión china en el sector porcino nacional para abastecer al gigante asiático, quizás lo más conveniente sea fomentar una “argentinización” de la producción de cerdos, con articulación público-privada. Para ello es necesario que se impulsen canales de financiamiento para una tecnificación de los productores, grandes y chicos.
En el orden regional, la intención del área de porcinos de la Rural es organizar y fortalecer al grupo de criadores, integrar a un trabajo conjunto a otros actores esenciales del sector, plantear negocios innovadores y revalorizar la producción aprovechando la potencialidad de los productores asociados.
