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Advierten que es el peor momento para pesificar

La alta inflación y la manipulación de las estadísticas públicas son la peor combinación para impulsar la pesificación de la economía a la fuerza o voluntariamente, sobre todo para un gobierno que prefiere eludir una mayor flotación cambiaria y dar mejores señales para los inversores. Esa fue la principal conclusión de un debate entre los economistas Federico Sturzenegger, Martín Lousteau y Eduardo Levy Yeyati, quienes expresaron su pesimismo sobre la efectividad de los planes del Gobierno para desdolarizar la economía. Organizada por la Universidad Di Tella y el Cippec, la mesa -moderada por Sebastián Campanario- sirvió para reflexionar sobre los proyectos de pesificación, pero también para dejar en claro que los ciudadanos tienen escasas alternativas para ahorrar en pesos, dadas la tasa de interés real negativa que existe y la incertidumbre sobre el mediano plazo. Duro, el presidente del Banco Ciudad dijo que “mientras ahora queda bien claro que Néstor Kirchner era capitalista, también está claro que Cristina quiere el socialismo, y hacia eso vamos”. De inmediato disparó: “Hay inflación porque la emisión monetaria en estos años fue del 130% y la inflación, del 120%, no hay otra explicación aunque algunos quieran culpar a los empresarios”. Además, señaló que la Argentina presenta cinco problemas básicos y que “ninguno parece tener vías de solución” por parte del Gobierno: “El atraso cambiario al estilo de la tablita de Martínez de Hoz, que complica el empleo; el desplome de la inversión, las restricciones absurdas que paralizaron el crédito hipotecario, la pesificación forzosa que redujo el nivel de actividad económica y la decisión sobre YPF, que no es sostenible porque se debería financiar a un costo muy alto como es el que tiene el Gobierno, en una época de precios más bajos para los combustibles”, detalló. Por estos motivos, dijo que “no hay razones para ser optimista”.

DOLARIZACIÓN

Por su parte, Levy Yeyati, ex economista jefe del BCRA e investigador del Cippec y la Brookings Institution, precisó que “la dolarización de los ahorros empezó con el episodio del Indec en 2007, porque antes la propensión a ahorrar en dólares era mucho más baja, y ése fue un default encubierto, que llevó a que el sistema financiero siguiera siendo tan chico”. Hasta que no se revierta esta desconfianza y no se controle la inflación -que es manejable, agregó-, “la gente seguirá apostando al dólar”, aunque no se sepa cuál sea su valor real.