La Argentina aparece entre los países peor posicionados en un ranking mundial de desarrollo financiero, porque su debilidad institucional dificulta el acceso de las personas, las empresas y el sector público a créditos bancarios y a capitales para sostener el crecimiento de mediano plazo. Según el índice de desarrollo financiero del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) publicado anteayer, la Argentina se ubica en el puesto 55 sobre 62 países medidos, superando sólo a Ghana, Bangladesh, Paquistán, Ucrania, Tanzania, Nigeria y Venezuela. La lista es encabezada por Hong Kong, Estados Unidos, Gran Bretaña, Singapur y Australia. El país registró una caída de 2 puestos en relación con la publicación del año pasado, debido a la creciente debilidad de sus instituciones financieras, que acentúa los problemas de acceso al financiamiento del Gobierno, de las personas y la escasa sofisticación de su mercado de capitales doméstico. El informe indica que, con Venezuela (última, en el puesto 62), la Argentina ocupa los lugares más postergados de América latina. “La principal caída de la Argentina se registró en los servicios financieros no bancarios. Aunque recibió un considerable impulso de las salidas de acciones de empresas al mercado, este pilar resultó neutralizado por una mayor declinación en la emisión de bonos”, explicaron los expertos que redactaron el reporte, de 424 páginas. En particular, indicaron que “si bien la Argentina tiene un ambiente institucional relativamente débil, su área de mayor debilidad es en el acceso financiero (ubicada 60 sobre 62 países), acceso comercial (61), con puntuaciones particularmente bajas como resultado de mercados financieros no sofisticados, limitada disponibilidad de capital para emprendimientos y dificultad para acceder a préstamos (los tres rubros se ubican en el fondo de la lista, con 62)”. El director de operaciones del Foro, Kevin Steinberg, dijo en diálogo telefónico con LA NACION desde Nueva York que la fuerte inflación que registra la Argentina impacta negativamente tanto en las perspectivas objetivas del país como en la percepción de los agentes económicos, a través de una mayor distorsión. “Es un país que necesita mayor fortaleza institucional”, indicó el economista de las universidades de Harvard y Stanford. Por lo tanto, dijo que es clave que mejore “el ambiente de negocios”, más allá del grado de influencia que ejerza el Estado en la economía. La mejor puntuación el país la recibió por sus servicios financieros no bancarios, al ubicarse en el puesto 29, 18 lugares arriba de los bancarios; los peores son acceso financiero, mercados de capitales y acceso a fondos. En el comienzo del informe, el coordinador del WEF, Klaus Schwab, reconoció que “los esfuerzos de recuperación mundial se han estancado y la confianza en el sistema sigue deteriorándose; los pocos lugares que muestran recuperación son eclipsados por la fragilidad general del sistema financiero, caracterizado por un aumento de los costos de financiamiento, alza en el precio de las materias primas y volatilidad en el flujo de capitales”. Luego, los autores del informe aclararon que la fuerte desaceleración registrada en China y en Brasil tendrá “ramificaciones significativas en el comercio global”, que, sin duda, ya se han sentido en forma plena en la Argentina desde este año. Este año, en el ranking de competitividad del WEF, la Argentina retrocedió nueve lugares y se ubicó en el puesto 94 entre 144 países.
Entre los peores del barrio
62 Último Es el puesto de la Argentina en disponibilidad de capital para emprendimientos y acceso a préstamos
Inflación Según Kevin Steinberg, del WEF, la inflación impacta negativamente en las perspectivas del país
Por Martín Kanenguiser – LA NACIÓN
