Se comercializaron 13.850 unidades, la mitad que en 2008 y muy lejos del mejor año en ventas que coincidió con el cierre de la presidencia de Néstor Kirchner. La fabricación nacional recuperó terreno
Después de la crisis por la 125 que se solapó al año siguiente con la crisis mundial de las subprime, el ritmo de ventas de la maquinaria agrícola pareció repuntar en el tramo 2010-2013, pero luego fue todo hacia abajo.
Las complicaciones que se fueron acumulando en uno de los motores productivos del país terminaron afectando su marcha y con eso sus inversiones. Los productores ya no mostraron el mismo ritmo para renovar sus herramientas de trabajo y se reflejó en la comercialización de cosechadoras, tractores e implementos agrícolas varios. Todo se cayó.
De acuerdo al último informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, 2015 cerró como el peor año de los últimos 13. Más flojo aún que aquel magro 2009.
Lo cierto es que el estudio de la Bolsa determinó que “la pérdida de rentabilidad sufrida por el sector agrícola en la campaña 2015/16, sumado a la mayor incorporación de equipos durante el período 2004 – 2008 que aún no han entrado en proceso de recambio, han impactado en forma negativa sobre la evolución del sector de venta de maquinaria agrícola”, remarca la entidad.
En 2015, se vendieron 13.850 unidades de maquinaria agrícola, que contempla cosechadoras, tractores, implementos y sembradoras. Es la menor cantidad de los últimos trece años, y registra una caída del 6% en relación a 2014.
Pero el informe aclara que “si bien la facturación subió $ 456 millones respecto al año anterior, el incremento obedece a los aumentos en los precios de la maquinaria”.
Por rubros
Los rubros que presentan el peor desempeño (en unidades) son la venta de cosechadoras y sembradoras, que cayeron 9 y 25 por ciento respectivamente, seguidos por implementos, con una baja de 8%. La comercialización de tractores es la única que mostró un incremento, con ventas adicionales de 115 unidades.
“Un dato importante a destacar es que los equipos de origen nacional han mostrado un fuerte avance, tras obtener en 2015 la mayor participación de los últimos años en los totales comercializados”, describe la Bolsa en su trabajo.
Si se toma la facturación conjunta de todos los rubros, el 88% de las ventas correspondieron a equipos fabricados en el país.
La participación de cosechadoras de origen nacional pasó de un 20% en 2005 a 86% en 2015, tractores pasó del 13% a 90% en igual período, implementos pasó del 69% al 80%, mientras que el rubro sembradoras siempre se ha mantenido con una participación superior al 98% del total comercializado.
En lo que respecta al precio promedio por unidad, cosechadoras y sembradoras mostraron fuertes incrementos frente al año 2015. Las primeras fueron las que más subieron, con un aumento del 34%, y el rubro sembradoras con un 19%. En tanto que tractores e implementos tuvieron leves subas de 4,4% y 0,2% respectivamente.
Del total facturado durante 2015, el 37 por ciento corresponde a la venta de tractores, 28% a cosechadoras, 23% a implementos y 12% a las sembradoras.
“La caída en la rentabilidad durante la campaña 2015/16 ha ejercido una presión negativa sobre la decisión del productor y los contratistas agrícolas al momento de encarar nuevas adquisiciones”, señala en el balance el informe.
Y finaliza: “Además, la incertidumbre política y económica ocurrida durante todo el año generó un comportamiento en los actores económicos donde prevaleció la cautela ante la toma de decisiones y la inversión en capital. Este año, ante un cambio de contexto a nivel nacional que plantea un escenario con un mayor grado de certidumbre, en particular para el sector agropecuario, es de esperar un repunte en la venta de maquinaria agrícola”.
PUNTAL
