La producción final de la campaña 205/16 fue de 14,9 millones de toneladas.
Las inundaciones que afectaron a miles de hectáreas en la provincia impidieron que el agro derramara en la economía cordobesa 777 millones de dólares o 10.975 millones de pesos, que equivalen al cuatro por ciento del Producto Bruto Geográfico (PBG).
El cálculo, realizado por el Departamento de Informaciones Agroeconómicas (DIA) de la Bolsa de Cereales de Córdoba, contempla solo lo perdido en soja, el principal cultivo de la provincia. Si a eso se suma el resto de los granos, principalmente el maíz, el monto que quedó bajo el agua es mucho mayor.
La cosecha total fue de 14,9 millones de toneladas, casi dos millones de toneladas menos que en el ciclo anterior, aunque con mermas por humedad que fueron de 397.900 toneladas. Para el presente ciclo, la Bolsa espera una caída de la siembra del seis por ciento.
El promedio ponderado provincial fue de 35 quintales por hectárea, un quintal por debajo del ciclo 2014/15, pero ampliamente por encima del histórico: 27 qq/ha.
La superficie perdida por inundaciones fue récord: más de medio millón de hectáreas, el doble que en la campaña previa. Los departamentos con más superficie perdida en orden decreciente fueron Marcos Juárez, San Justo, Unión, Rio Cuarto, Presidente Roque Sáenz Peña, Rio Segundo y General Roca.
El valor bruto de la producción (VBP) fue de 6.076 millones de dólares, casi la misma cifra que en la campaña pasada. Este resultado obedece a que el recorte en la producción (-11 por ciento) fue compensado por el aumento en el precio FOB (+13 por ciento). Para calcular este valor, se tomó como referencia la evolución mensual de la cosecha y la cotización promedio publicada por el Ministerio de Agroindustria de la Nación para cada mes.
“En términos absolutos, representan nueve millones de dólares que dejarían de ingresar al circuito económico provincial, sin contar las hectáreas que se perdieron como consecuencia de las abundantes lluvias ocurridas durante la campaña”, destaca la Bolsa.
Tanto en campo propio como campo arrendado para Córdoba, los márgenes se recuperaron respecto a la campaña anterior. En campo propio, el margen bruto alcanzó los 428 dólares por hectárea, mientras que en campo arrendado superó los 203 dólares.
Plagas
Sanitariamente se reportó la presencia de plagas como: Dichelops furcatus (Chinche de los cuernitos), Spodoptera frugiperda (Isoca militar), Rachiplusia nu (Oruga medidora), Anticarsia gemmatalis (Oruga de las leguminosas), Megascelis sp (Vaquita defoliadora de soja), Armadillidium vulgare (Bicho bolita).
En tanto, las condiciones climáticas favorecieron el desarrollo de enfermedades foliares como Mancha marrón (Septoria glycines), Mancha ojo de rana (Cercospora sojina), Tizón de la hoja y mancha purpura de la semilla (Cercospora kikuchii). Asimismo, las orugas tuvieron una incidencia de media a alta durante los meses de febrero y marzo, mientras que los otros insectos lo hicieron en una baja incidencia. El complejo de enfermedades de fin de ciclo también presentó una incidencia baja.
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