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Con la soja, cautela “climática”

El factor climático de excesivas lluvias durante enero generó incertidumbre en el mercado e impactó en el volumen de ventas de parte de los productores, principalmente en soja. En cambio, el maíz vuelve a ser el elegido de los productores por motivos ya conocidos, un buen nivel de precios en comparación con los de la soja; una excelente producción potencial, y la necesidad de los productores de vender aquel producto que más espacio de almacenaje requiere y mayor logística de camiones en cosecha.
De acuerdo con el informe de compras y ventas publicado por el Ministerio de Agroindustria, los productores ya vendieron un total acumulado de 6,1 millones de toneladas de maíz de la nueva campaña, tanto en negocios forward como en ventas futuras en el Matba. Tomando una cosecha potencial de 36,5 millones de toneladas, los productores ya tienen vendido el 17%. Si hacemos el análisis respecto del saldo exportable, estimado en 25 millones de toneladas, los productores ya han comercializado el 25 por ciento.
Sin embargo, el mercado de maíz no ha tenido grandes variaciones si consideramos que los máximos en el mercado de futuros para las posiciones de cosecha nueva se alcanzaron a mediados de enero, cuando el contrato abril en el Matba se llego a cotizar a US$ 154,6 por tonelada y hoy lo hace a US$ 152, con una baja de sólo 2,6 dólares.
En cambio, las ventas totales acumuladas de soja por parte de los productores llegan a 6,859 millones de toneladas, equivalentes al 13% de una cosecha de 52 millones de toneladas. Justamente este menor volumen de oferta, tanto de la soja disponible como de las ventas de soja nueva, hizo que los precios alcanzaron su máximo en el momento de las excesivas lluvias.
A mediados de enero la soja disponible se llegó a cotizar a US$ 288 por tonelada y a $ 4600, mientras que hoy lo hace a US$ 273 y a $ 4300, con una baja considerable de 15 dólares. La posición futura de soja mayo tocó un máximo de US$ 276 y hoy se cotiza a US$ 266.
Vemos entonces que el mercado se ha comportado siguiendo la evolución del clima y de las precipitaciones. Ahora que hemos tenido un par de semanas sin lluvias excesivas, los compradores están viendo un freno en el nivel de las perdidas y cierta recuperación potencial, pero poco significativa. Esto implica que ya están asumidas las pérdidas y que el mercado opera en base a la nueva expectativa.
Muchos productores esperan que la soja retome su tendencia alcista de aquí a la cosecha, pero en realidad eso dependerá de la evolución del clima durante todo febrero. Con condiciones climáticas normales, el mercado de soja disponible en cosecha nueva tiene un potencial de baja de 20 dólares. Esta baja es sólo atribuible al desfasaje que hoy existe entre el FAS teórico resultante del FOB de exportación y del FAS real que se registra en el Matba. Como es normal en esta época de desarrollo de los cultivos, el clima tendrá la última palabra en cuanto a su impacto en los precios futuros.
Pablo Adreani PARA LA NACION